"Me pegó un puñetazo, me ató de pies y manos y me robó las joyas", dice en el juicio una de las ancianas

Actualizado: miércoles, 30 mayo 2007 20:07

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

Salvadora D.S., de 88 años supuestamente atracada por Encarnación J.M., acusada de matar a dos ancianas y de asaltar y robar a otras 15 entre los meses de abril y julio de 2003 cuando éstas se encontraban en el interior de sus domicilios, relató hoy que la asaltante entró en su casa, le pegó un puñetazo en la cara, le ató de pies y manos y le robó las joyas.

"Llamaron a la puerta de casa y creía que era un sobrino al que esperaba. Abrí y la señora empujó la puerta y me lanzó al suelo. Me pegó un puñetazo en la cara, me arrastró por los pelos por el suelo hasta mi habitación y me subió a mi cama. Me amarró las piernas y las manos con unos pañuelos de seda y me tapó los ojos", afirmó Salvadora durante la segunda sesión del juicio oral que se celebra en la Audiencia de Madrid por esta causa.

Asimismo, indicó que Encarnación, de 42 años y de etnia gitana, se fue por el resto de la casa a buscar dinero y bisutería, pero antes de irse del cuarto le puso un almohadón en la cara. "Gracias a Dios que mi perro me quitó el cojín y pude respirar", relató la anciana, quien añadió que saltó de la cama y empezó a gritar por la ventana para pedir auxilio.

Al poco tiempo, varios familiares de Salvadora, que vivían en el mismo edificio que ella, escucharon los chillidos y acudieron a socorrerla, momento en el que Encarnación ya había huido de la casa. La fiscal de la Audiencia madrileña reclama 183 años de prisión para la encausada.

SALVADA POR SU NIETA

Otra de las víctimas, relató que la procesada utilizó con ella el mismo 'modus operandi'. "Llamaron a casa, abrí la puerta y entró esta señora. Me tapó la boca y me tiró con mucha rabia a una silla. Aún así yo pude gritar, y en ese momento se levantó de la cama mi nieta, que estaba durmiendo en casa, y la agresora salió corriendo".

"Yo oí un golpe y al segundo a mi abuela dar un grito. Pensé que se había caído. Salí de mi habitación y vi a una señora agarrando a mi abuela, que, en cuanto me vio, salió huyendo", agregó la nieta, de 26 años.

Finalmente, una tercera anciana, afirmó que Encarnación le anudó una camisa de su marido en la boca y "con unos pañuelos los pies y las manos", para más tarde robarle dinero y joyas. "Cuando se fue me ató el brazo con una media a una silla, pero logré zafarme para pedir ayuda". "'Pero señora, señora, qué le han hecho', me dijo un vecino que subía por la escalera", concluyó la anciana.