Médicos desaconsejan la prisión del anciano que mató a su cuñada porque no sobreviviría fuera de su entorno

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 2 junio 2008 15:15

SANTANDER 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

El psiquiatra que atendió al anciano que mató a su cuñada, con la que residía, después de que esta sufriera una caída, aseguró hoy que el acusado "no sobreviviría" más de tres meses fuera de su entorno actual, a lo que su médico de cabecera añadió que, en ese caso, su situación sería "muy complicada".

Ambos comparecieron en calidad de peritos en la vista que se celebró en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que inicialmente iba a juzgar a Pedro G.A. por provocar la muerte a su cuñada, con la que residía.

Los hechos sucedieron en agosto del 2006 en Villanueva de las Rozas de Valdearroyo, cuando la mujer, de 76 años de edad, resbaló, y el acusado, de 85 años y que se ocupaba de los cuidados de su cuñada, la golpeó en la cabeza con una maza al temer que su estado provocara que la internaran en una residencia y ambos fueran separados.

Pedro G.A. narró como sucedieron los hechos. "La di de desayunar, y la saqué a pasear, cuando se me cayó y según vi la sangre, no vi más. Llevábamos tantos años juntos, y por una tontería de estas...", lamentó.

Tanto la Fiscalía como la defensa del acusado mostraron su conformidad tanto con el relato de los hechos, como con la culpabilidad del acusado y con la duración de la pena que se solicita, de cuatro años.

No obstante, instaron al Magistrado-Presidente de la sala a que dilucidara una pena alternativa a la prisión, teniendo en cuenta las circunstancias personales y de salud del acusado.

De esta forma, en lugar de celebrarse el juicio como tal, el jurado no llegó a constituirse y en su lugar se desarrolló una vista en la que comparecieron forenses y peritos para establecer el estado de salud del acusado y las fórmulas para hacerle cumplir la pena.

Así, el psiquiatra que lo atendió tras el suceso por la depresión que el anciano sufrió tras la muerte de su cuñada explicó que el acusado, que en la actualidad vive y es atendido por la hija de la víctima, "está acostumbrado" a su entorno actual, lejos del cual "no sobreviviría" más de tres meses.

Además, incidió en que fue precisamente el anuncio realizado por Servicios Sociales de intentar internar a la cuñada en una Residencia, hecho con un a su juicio "criterio poco real", lo que "ocasionó" el suceso.

En este sentido, las forenses que analizaron al sujeto después del hecho detallaron que el acusado tenía un "estrés contenido" que, en el momento de la caída de su cuñada, "explotó y no pudo controlar", y que calificaron como "trastorno explosivo aislado", una patología "muy puntual" que se produce en circunstancias determinadas y "no tiene porque volver a repetirse".

El psiquiatra, que le dio de alta el pasado mes de enero, relató su estado "depresivo" y otras dolencias que sufre, como una diabetes "muy grave", con hasta cinco ingresos al año por subidas fuertes de azúcar, así como el hecho de que el acusado en ocasiones se cambia él solo la medicación.

Su médico de cabecera, por su parte, señaló que sufre "muchas patologías crónicas", entre ellas una trombosis y problemas de visión tras una operación con cataratas, además de una diabetes "muy mal controlada".

Por tanto, aseveró, el acusado necesita "alguien con él". Así, aseguró que asiste "regularmente" al ambulatorio, adonde acude acompañado de su sobrina, ya que "necesita alguien con él" y ella le atiende "correctamente".

Al respecto, la sobrina --hija de la mujer fallecida y del hermano del acusado, a quien considera "un segundo padre"--, manifestó que le cuida desde que tiene "uso de razón", por lo que se mostró favorable a asumir la custodia del anciano.

El propio acusado se mostró "conforme" con esta posibilidad y detalló que su sobrina se encarga de llevarle "a todos los médicos", ponerles las inyecciones. "No me deja solo en la consulta, siempre se queda ella y sabe todo lo que me tiene que dar, y tiene las medicinas en una caja", aseguró.

En consecuencia, la Fiscalía estimó que el "reproche social y penal" quedaría "satisfecho" si el acusado continuara el tratamiento médico actual en su Centro de Salud y con el control de su sobrina, destacando que se trata de la hija de la fallecida y que asumiría su custodia.

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