MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varios miles de personas se concentraron a última hora de esta tarde en la Plaza de la Villa, donde se encuentra el Ayuntamiento, y la aledaña calle Mayor en protesta por "la excarcelación" del etarra José Ignacio de Juana Chaos. Los manifestantes pidieron la dimisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la convocatoria de nuevas elecciones.
La concentración, que fue convocada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) a las 20.00 horas de la tarde de hoy, contó con el apoyo, entre otros, del Foro de Ermua, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y de la Federación de Municipios de Madrid (FMM), y provocó el corte del tráfico rodado en la calle Mayor a partir de las 19.30 horas y hasta el final del acto.
El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, leyó un manifiesto en el que denunció que "el Gobierno cede ante lo que ETA exige sin importarle la ley, las víctimas y la ética política". Asimismo, llamó a todos los españoles a que prosigan con "la rebelión contra el Gobierno de Zapatero" para, finalmente, dirigirse a los "compañeros socialistas" para recordarles que, "con su silencio", son "cómplices" del Ejecutivo socialista y de los terroristas.
Entre gritos de 'De Juana a prisión, Zapatero dimisión' y 'Viva España', los asistentes, que inundaron el centro de la ciudad de banderas españolas, permanecieron ante la Plaza del Consistorio hasta las 21.00 horas de la noche. También se pudieron ver varias pancartas de grandes dimensiones en las que las palabras 'Zapatero' y 'ETA' aparecían unidas con un corazón y otra en la que se leía 'Con Zapatero es gratis matar'.
A la concentración asistieron el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el vicealcalde, Manuel Cobo; la segunda teniente de alcalde y concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella; y la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, entre otros miembros del equipo municipal popular.
Por otra parte, el sociólogo Armando de Miguel subrayó, en un manifiesto leído como portavoz de DENAES, que "el Gobierno español ha rebajado la democracia hasta un nivel de indignidad insoportable", tras lo que apuntó que "los españoles demócratas no pueden tolerar la victoria de unos asesinos".
La concentración finalizó con el himno nacional. Previamente, la organización de la manifestación había pedido a los asistentes "tranquilidad" tras recordar que los símbolos y consignas preconstitucionales "no tenían nada que ver" con el objetivo de la protesta.
