BARCELONA, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró hoy que el PP se resiste a la unidad frente al terrorismo porque "se ha adentrado en un camino que no quiere abandonar", ya que creen que "con ese camino puede acabar con el Gobierno". "Deseamos firmemente que se recupere la unidad, firmemente, porque creemos que es buena para el país", recalcó.
En una entrevista concedida a 'Catalunya Informació' y recogida por Europa Press, Moraleda consideró "imprescindible" que el PP "abandone tácticas de confrontación que a lo único que conducen es a llevar también a la sociedad española a la confrontación".
Asimismo, consideró "impropio que un tema como éste lo tengan que resolver las elecciones generales, los ciudadanos votando". "No hay derecho a que los ciudadanos se les exija que den una opinión sobre esto, porque tienen que ser los responsables políticos elegidos los que tienen que resolver esto", señaló.
Moraleda evitó responder a las declaraciones de la abogada Jone Goirizelaia, que ayer dijo que los encarcelamientos del dirigente de Batasuna Arnaldo Otegui y del etarra Iñaki de Juana Chaos eran fruto del momento político."No voy a responder las palabras de quien defiende a otras personas que han enaltecido el terrorismo", dijo.
El secretario de Estado de Comunicación reconoció, no obstante, que "en la aplicación de la ley hay momentos distintos". "Una vez se produce la ruptura de la tregua --refiriéndose a los atentados de Barajas--, se utilizan sólo y exclusivamente los mecanismos judiciales y policiales para acabar con el terrorismo".
En este sentido, Moraleda explicó que "lo que no va a hacer nunca el gobierno es reconocer una ideas políticas sobre la base de la presión". "Es imposible en cualquier demócrata que pueda utilizar como interlocutor a alguien que utiliza la violencia para defender una idea política", señaló.
Además, se refirió a la izquierda abertzale y consideró que ésta "ha sido cobarde, porque ha sido exigente con la actuación del gobierno y del Estado, pero no lo ha sido con su exigencia primera, que es la de separar de la tutela de una banda armada". "Es imposible que alguien pueda hacer política si tiene por encima a alguien con una pistola encima de la mesa", ilustró.
