Sampaio advierte de que hay que "tomarse en serio" la amenaza del choque de civilizaciones y reclama "acciones urgentes"
CÓRDOBA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación y presidente durante este 2007 de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Miguel Ángel Moratinos, abogó hoy, al inaugurar en Córdoba la primera conferencia de la OSCE dedicada a la intolerancia hacia los musulmanes, por combatir la islamofobia "en todos los ámbitos", empezando por recabar datos sobre incidentes de este tipo.
Durante su intervención en el acto inaugural de la Conferencia de la OSCE, organismo de seguridad que aglutina a 56 países, entre ellos Estados Unidos y Rusia, además de a diversos países de mayoría musulmana, Moratinos recordó que la OSCE ya "condenó el reciente incremento de actos de discriminación y violencia contra los musulmanes", que también sufren en Occidente "comportamientos de intolerancia y discriminación".
"La islamofobia es una realidad contra la que debemos luchar y disponer medidas de prevención y alerta, y esta conferencia de la OSCE quiere avanzar con paso firme en esta dirección", explicó el ministro, quien se refirió al hecho de que "de manera creciente, todas las encuestas sociológicas nacionales e internacionales muestran un sentimiento de rechazo hacia los musulmanes, así como una espiral de discriminación hacia los musulmanes en las relaciones laborales, la vivienda y la educación".
"Sin duda --argumentó el presidente de la OSCE-- la emergencia del terrorismo internacional ha alimentado este fenómeno, porque, de manera irresponsable, se presenta la perversa quimera de esa imagen abstracta, monolítica y sin matices, que incide en la extensión de la intolerancia hacia nuestros conciudadanos musulmanes".
Por ello, Moratinos instó a los participantes en este foro a "reconocer la amplitud de este fenómeno, analizar sus raíces, identificar sus formas y plantear medidas para combatirlas en todos los ámbitos", impulsando para ello "mecanismos fiables para recoger información sistemática sobre incidentes y discriminaciones basadas en actitudes de intolerancia y racismo antimusulmán, así como difundir buenas prácticas para contrarrestar posibles alteraciones de la convivencia".
En parecidos términos se expresó en su intervención el secretario general de la OSCE, Marc Perrin de Brichambaut, quien recordó que la lucha de dicho organismo de seguridad "contra la intolerancia y la discriminación hacia los musulmanes, por medio de la promoción del respeto y la comprensión mutuos y también del diálogo interreligioso, es una parte integral" de sus "trabajos de gestión de crisis".
SAMPAIO PIDE TOMAR EN SERIO EL CHOQUE DE CIVILIZACIONES
El Alto Representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio, subrayó que hay que "tomarse en serio la amenaza" del llamado choque de civilizaciones, ante el que hay que adoptar "acciones políticas positivas, para evitar que las líneas de división culturales y religiosas surjan entre nuestras sociedades y dentro de ellas".
Sampaio reclamó la adopción de "acciones sumamente urgentes", no sólo para crear "sociedades pluralistas e inclusivas, en las que los derechos de las minorías se vean protegidos", sino, sobre todo, "para cerrar las brechas que dividen" a ambas comunidades, de forma que "políticas acertadas y oportunas pueden evitar que las ansiedades sociales se agraven y se acumulen los temores, degenerando en ira y violencia".
En este sentido, opinó que "el antídoto más eficaz contra la violencia es el diálogo y el debate", la expresión de las "angustias" y "temores" de unos y otros, "compartiendo las vulnerabilidades, profundizando así en la comprensión y la confianza mutuas". Para ello, a su juicio, hay que "superar el pasado y avanzar" hacia "una identidad abierta y pluralista, libre de la carga de posesiones y recuerdos del pasado que alimentan los conflictos y que dan lugar a la xenofobia".
