MADRID 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las tres detenciones que se han producido en San Sebastián esta madrugada se suman a las siete practicadas el pasado 30 de octubre en la capital guipuzcoana y a los operativos desplegados por la Policía contra el terrorismo urbano en Vizcaya y Álava desde el pasado verano.
La estructura de terrorismo urbano desarticulada con la operación de hoy y las detenciones del pasado 30 de octubre venía actuando en San Sebastián desde 2005, cuando fue detenido el anterior dinamizador de los sabotajes en esa ciudad, Oier Lorente, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. De los siete detenidos en la primera parte de la operación, cinco permanecen en prisión incomunicada por decisión del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska.
En los registros practicados el 30 de octubre, la Policía se incautó de numerosa documentación de SEGI, sobres con dinero, huchas para presos de ETA y DVDs defendiendo la "lucha" armada y cartas de presos de la banda terrorista, entre otros efectivos, así como numerosos panfletos contra el tren de Alta Velocidad.
En los registros también se halló cinco CPUs y un ordenador portátil, así como tres lápices de memoria, ocho teléfonos móviles, tres pistolas simuladas y material electrónico, entre el que hay pilas acumulador, cables y motores. Entre la documentación había varias agendas y diversas cartas que se encuentran pendientes de traducción y estudio.
El análisis de toda esta documentación y los testimonios de los detenidos han permitido el desarrollo del importante operativo de esta madrugada en Guipúzcoa, tercera provincia vasca cuya 'kale borroka' recibe un fuerte golpe policial en los últimos meses.
OPERACIÓN EN VIZCAYA.
En otra operación llevada a cabo también en octubre, agentes de la Policía Nacional detuvieron de madrugada en Vizcaya, concretamente en la comarca de 'Uribe-Kosta', especialmente castigada por este tipo de acto, a Joseba Elorriaga, Txomin Gezuraga, Aner Mimenza, Mikel de Gregorio, Josu Rodríguez y Lander Labajo. Un día más tarde, en el marco de la misma actuación, fue arrestado en Getxo Zigor Goikoetxea.
El juez Baltasar Garzón ordenó prisión incondicional por pertenencia a banda armada y varios delitos de terrorismo para seis de los detenidos y dejó en libertad bajo fianza por motivos de salud a Zigor Goikoetxea, hermano de un etarra que participó en el atentado contra la casa cuartel de Durango.
Los detenidos confesaron su participación en, al menos, 11 sabotajes desde 2004. Entre los actos de 'kale borroka' figuran la quema de contenedores, lanzamiento de artefactos incendiarios contra sucursales bancarias y de seguros, "batzokis" (sedes sociales del PNV), corte de catenaria del Metro de Bilbao, apedreamiento de autobuses y varias algaradas callejeras.
DETENCIONES EN ALAVA
Tres meses antes, el pasado 10 de julio, agentes de la Policía Nacional llevaron a cabo otra importante operación contra el "núcleo dinamizador" de la violencia callejera en Alava que se saldó con la detención de Gorka Velasco, Koldo Moreno, Javier Fernández de Guzmán y Urko Arroy, único al que el juez de la Audiencia Nacional Garzón dejó el libertad, con la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado.
Los cuatro, según la policía, estaban relacionados con ETA a través de la organización juvenil SEGI. En los registros de sus domicilios se intervinieron diversos artefactos incendiarios, material para la fabricación de otros, propaganda y documentación de la organización SEGI.
En el auto en el que se envío a prisión a tres de estos detenidos, el juez ordenaba la búsqueda y captura de otros dos miembros del grupo. Se trata de Federico Lomas, que en agosto se presentó de forma voluntaria en la Audiencia Nacional y para quien Garzón decretó prisión incondicional, e Ibai Peña, quien quedó en libertad con obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado.
Lomas fue acusado de haber participado en el reparto de octavillas a favor del preso de ETA José Ignacio de Juana Chaos y en la organización de un acto de apoyo a su puesta en libertad y de la realización de pintadas amenazadoras con la firma de SEGI contra los partidos PNV y PSOE. Además, en su domicilio se intervino propaganda de la organización juvenil y un documento incluido en un CD en el que se reflejaba un listado de empresas de Vitoria con anotaciones y marcas, similar al intervenido en un apartamento alquilado por miembros de ETA en la localidad francesa de Dax en 2005.
La policía les acusó de ser los responsables de un grupo de violencia callejera al que se atribuye la realización de más de cuarenta ataques cometidos en la capital alavesa desde 2004 y serían los máximos responsables de un grupo que venía operando en Vitoria durante los últimos tres años. A ellos se les atribuyen los diversos ataques sufridos por la Subdelegación del Gobierno, otros edificios públicos, oficinas bancarias, vehículos, entre otros.