MADRID 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La conservadora Asociación de Fiscales (AF) se mostró hoy "indignada" y "perpleja" por la decisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de retirar la acusación contra el dirigente batasuno Arnaldo Otegi, mientras que la Unión Progresista de Fiscales pidió respeto para las resoluciones tanto judiciales como fiscales y criticó que cada vez que hay un fallo que no gusta a alguien "se ponga el grito en el cielo, sin hacer una valoración realmente jurídica".
El portavoz de la AF, Guillermo García-Panasco, subrayó a Europa Press que los continuos cambios de criterio de la Fiscalía de la Audiencia "no contribuye a eliminar la permanente sospecha de utilización del Ministerio Público en función de la coyuntura política" del momento, de lo que responsabilizó al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido.
Frente a ello, García-Panasco consideró que actuaciones como las de ayer en el juicio a Otegi por rendir en julio de 2001 homenaje a la etarra Olaia Castresana, muerta al manipular una bomba, "aumentan el descrédito y la desconfianza" de los ciudadanos hacia el Ministerio Fiscal.
"Nos duele escuchar que el Ministerio Fiscal está vinculado al Gobierno de turno", criticó, al tiempo que reivindicó el rigor de la mayoría de los fiscales y confió en que la reforma del Estatuto Orgánico de Ministerio Fiscal que se tramita en el Congreso aporte mayor autonomía" a esta institución.
"EL GRITO EN EL CIELO"
Por su parte, el portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, Eduardo Esteban, pidió respeto a las resoluciones tanto judiciales como fiscales y criticó que cada vez que hay una decisión en este ámbito que no gusta a alguien "se ponga el grito en el cielo, sin hacer una valoración realmente jurídica".
En declaraciones a Europa Press, Esteban valoró "negativamente" las criticas que ha generado la decisión del fiscal Fernando Burgos de retirar los cargos contra el líder de Batasuna, si bien señaló que se podrían aceptar si se hubieran valorado desde un punto de vista jurídico.
"Si fuese así lo aceptaríamos. Resulta que lo que se hace es poner el grito en el cielo cuando lo que ha pasado es que cada uno ha cumplido con la función que ha considerado pertinente", apostilló.