Los padres del bebé que se podría haber contagiado de Klebsiella trasladan a la Fiscalía los informes médicos

Actualizado: miércoles, 5 marzo 2008 19:08

MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los padres del bebé que se podría haber contagiado de Klebsiella Pneumonia en el Hospital Doce de Octubre trasladaron hoy a la Fiscalía Provincial de Madrid los informes médicos que atestiguan la crítica situación en la que se encuentra el niño tras el empeoramiento de su estado de salud.

Una vez que se estudien los documentos, el Ministerio Público decidirá si eleva a los Juzgados de Instrucción de Madrid la denuncia interpuesta por la Asociación del Defensor del Paciente para que se depuraran responsabilidades.

María Palos y Ángel Alvarez comparecieron esta mañana ante un fiscal en el marco de las diligencias de investigación que abrió la Fiscalía tras conocer los hechos denunciados. La madre del bebé explicó a Europa Press que en la comparecencia se les preguntó si querían seguir adelante con el procedimiento judicial, a lo que respondieron que sí.

Actualmente, el niño se encuentra ingresado en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, a donde fue trasladado el pasado 8 de febrero después de que los médicos del 12 de Octubre comunicaran a los familiares que "ya no se podía hacer nada por él y que lo iban a sedar". Por el momento, los médicos del Infanta Cristina que le atienden desconocen el alcance de las secuelas neurológicas.

Al estallar el caso, el Hospital 12 de Octubre achacó las complicaciones médicas del niño a las múltiples patologías que presenta y desmintió que en el hospital exista un brote de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae'

El calvario de la familia comenzó en agosto de 2007, cuando el bebé ingresó en el Hospital Materno Infantil 12 de Octubre para que le extirparan un tumor en la médula. Posteriormente, se le intervino para limpiar todo rastro del tumor. Durante su estancia en la UCI contrajo, según sus padres, en dos ocasiones el klebsiella.

CRISIS EPILÉPTICAS

Tras estas intervenciones, se le alimentó mediante una sonda gástrica, pero una enfermera le arrancó la sonda gástrica accidentalmente. Esto le provocó un colapso y varias crisis epilépticas. Tras superar esta nueva complicación, comenzó a comer por vía oral, y a salir a la calle en una silla especial y con la ayuda de un respirador portátil que le proporcionó la Junta de Extremadura.

A raíz de un pequeño catarro, y "sin consentimiento paterno firmado ni oral", según la familia, el día 24 de diciembre de 2007 se le volvió a colocar una sonda gástrica, en UCI, no en quirófano.

En la operación, apunta la familia, "le descolgaron las paredes del estómago, le perforaron los intestinos y le provocaron una peritonitis, y una sepsis", lo que llevó a que los médicos comunicaran a los padres que la situación ha empeorado porque el catéter que tiene en la femoral está infectado.

Le dieron 24 horas de vida, pero aún así el niño superó esta situación, y de nuevo sus riñones se recuperaron, incluso el aparato digestivo. El 3 de febrero de 2008 se le sometió de nuevo a una intervención para ponerle un catéter directo al corazón, sin explicarle a los padres el motivo de esta decisión médica.