Los padres de Jessica Urizar recurren la decisión de la juez de archivar el caso y piden más pruebas médicas

Actualizado: viernes, 30 noviembre 2007 18:22

BILBAO, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los padres de la niña Jessica Urizar, natural de Kortezubi (Vizcaya) de once años, que murió el 12 de octubre en un albergue de Cabrera de Mar (Barcelona), han recurrido la decisión de la juez instructora del Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró de archivar las diligencias de investigación abiertas para esclarecer la muerte de la menor.

Asimismo, los padres de la menor han solicitado la realización de más pruebas, concretamente las relativas a la asistencia médica prestada a Jessica, circunstancias éstas que todavía no han sido valoradas por los forenses, según informó el Ayuntamiento de Kortezubi.

El objetivo es valorar la asistencia sanitaria prestada y determinar si el fallecimiento pudo haber sido evitado a través de un diagnóstico temprano de la bronoconeumonia, teniendo además en cuenta que la neumonía suele aparecer cuando el cuerpo está debilitado de alguna forma debido, entre otras causas, a enfermedades respiratorias o infecciones virales.

Los hechos se remontan a la mañana del jueves 11 de octubre, cuando la niña empezó a sufrir dolores estomacales y tuvo que acudir a un centro médico de Olesa de Montserrat (Barcelona). La menor, sin embargo, no mejoró, y hacia las 20.25 horas fue atendida de nuevo en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Vilassar de Mar (Barcelona).

La menor presentaba vómitos, pero no fiebre, y el médico le realizó una exploración respiratoria y otra abdominal, dando ambas un resultado normal. Finalmente, en el CAP Vilassar de Mar se le diagnosticó gastroenteritis viral y se le recetó un jarabe pediátrico y que siguiera dieta.

Durante la madrugada la niña empeoró y, sobre las 6.40 horas del viernes día 12, los responsables de las colonias avisaron a una ambulancia, ya que seguía con vómitos y tenía fiebre. El Servicio de Emergencias Medicas (SEM) envió una unidad al albergue, pero minutos más tarde recibió otra llamada informando que la menor había empeorado.

Un médico del SEM dio instrucciones por teléfono al monitor que estaba con la niña para que le realizase maniobras de reanimación hasta que llegara la ambulancia. Sobre las 6.58 horas tres dotaciones del SEM llegaron al albergue y continuaron las maniobras de reanimación durante 30 minutos, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Inmediatamente se activó el protocolo establecido en estos casos, al sospechar que la muerte podía deberse a una enfermedad infecciosa. Por ello, a todos los niños y acompañantes que habían estado en contacto con la menor se les suministró una primera dosis de tratamiento profiláctico con antibiótico por si la muerte hubiera podido producirse por meningitis, posibilidad que fue descartada por los primeros resultados de la autopsia.