Actualizado: martes, 16 enero 2007 0:00


MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las casi dos horas de intenso enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy elevaron la temperatura de la Cámara y exaltaron de forma excesiva los ánimos de los ocupantes de algunos escaños, sobre todo del lado popular. Durante el debate, varios parlamentarios populares exigieron de viva voz la dimisión del presidente del Gobierno y le acusaron de "chalado" y "mentiroso".

El debate contó con la presencia de buena parte de los líderes autonómicos del PP que lo siguieron desde la tribuna de invitados. Allí estaban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el de Castilla y León, José Vicente Herrera y el de La Rioja, Pedro Sanz. También estaban, entre otros, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja.

La temperatura de la sesión, que comenzó con un recuerdo para el diputado socialista Alfonso Perales fallecido el pasado 23 de diciembre, fue subiendo poco a poco a medida que se iban sucediendo los turnos de réplica y contrarréplica. De hecho los abucheos y los gritos desde la bancada popular interrumpieron en varias ocasiones la intervención de Zapatero, algo que no ocurrió en el caso de Rajoy.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, tuvo que llamar la atención a dos diputados PP, Jesús Andrés Mancha y Jorge Moragas, que con sus gritos dificultaban que se siguiera la réplica de Zapatero a Rajoy. El último turno de líder del primer partido de la oposición y del presidente tuvo lugar desde el escaño, eso sí, sin cejar en lo más mínimo en el tono agrio y sin concesiones de todo el 'cuerpo a cuerpo'.