ALMERÍA, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministerio fiscal pidió hoy siete años de prisión para dos jóvenes argelinos de 24 y 28 años, A.G. y B.M., a los que considera los patrones de una de las dos decenas de pateras que, con 15 personas a bordo, fue interceptada a ocho millas al sureste de San José (Níjar, Almería) en noviembre del pasado año.
La fiscalía los considera, asimismo, integrantes con niveles distintos de responsabilidad de la red de tráfico de personas que organizó en ese mismo mes lo que los dos policías nacionales que declararon durante la vista oral tildaron de "avalancha masiva hacia Almería" con la llegada de hasta un centenar de inmigrantes irregulares a las costas de la provincia.
Durante la vista oral celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, ambos --albañil y mecánico de profesión, respectivamente-- declararon a través de intérprete que formaban parte de la expedición con la única intención de venir a trabajar a España y achacaron a rencillas personales el testimonio inculpatorio de dos de los tripulantes de la embarcación con los que, aseguraron, tuvieron una discusión durante la travesía por cuestiones económicas.
En concreto, A.G. y B.M. contaron al tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez que pagaron entre 500 y 700 euros por el viaje hasta Almería a un intermediario en una cafetería de Orán donde, además, se acordó el pago a escote de la embarcación y el material necesario; una zodiac de seis metros de eslora y motor fuera borda, así como varios bidones de gasolina de los que se pensaban "deshacer" una vez alcanzaran la costa, extremo este último que los dos policías nacionales consideraron "inverosímil"
En su versión de los hechos, calificada de "fuera de toda lógica" tanto por la fiscal como por la defensa, que solicitó sin embargo la libre absolución, los acusados reconocieron haber pagado menos dinero que los otro 13 tripulantes y afirmaron para justificar la "bondad del intermediario" para con ellos que llegaron al acuerdo de repartir el dinero negro en euros que llevaban con el resto de compañeros de viaje.
Por todo ello, en el trámite de informe del juicio, que quedó visto para sentencia, la Fiscalía expuso como acreditada la responsabilidad de A.G. y B.M. de traer y llevar personas desde Orán hasta Almería "con un rango diferente en la jerarquía de la organización" basándose en el testimonio de los agentes de la Policía Nacional y la declaración, ratificada ante el juzgado de Instrucción, de los dos tripulantes "atemorizados y nerviosos" de los que, sólo uno, se prestó a realizar una identificación fotográfica.
Por su parte, la defensa insistió en que no queda acreditada la pertenencia de los jóvenes argelinos a una red organizada de tráfico de personas y en la inconsistencia del testimonio inculpatorio de los dos testigos como prueba de cargo que interpretó como "el intento de obtener inmunidad" de una parte interesada.
Tampoco dio validez al 'modus operandi' habitual de estas mafias y señaló, al hilo de esto, que la Guardia Civil que interceptó la patera el 15 de noviembre de 2006 no encontrase ni brújula ni GPS que indique la intención de volver al lugar de partida de ninguno de los ocupantes de la embarcación.
A.G. y B.M., en prisión en el centro provincial de El Acebuche desde el 17 de noviembre de 2006, ahondaron en su testimonio final en que venían a España a trabajar y, en concreto, B.M. aludió a una desgracia familiar como razón para abandonar su empleo como mecánico en un taller de Orán y buscar "más dinero para mantener a las personas a su cargo aquí".
