Piden 18 años de prisión para un acusado de violar varias veces a una de sus hijas y abusar de otra

MADRID 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Madrid mantuvo hoy su petición de 18 años de prisión para Francisco S.F. por un presunto delito continuado de agresión sexual y otro de abusos sexuales cometidos contra sus hijas entre mayo de 2004 y julio de 2005 en el domicilio familiar en la localidad de Coslada.

En el trámite de conclusiones, el fiscal elevó a definitiva su acusación, solicitando a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid que le condene a 18 años de cárcel y que se le retire durante seis años la patria potestad. Francisco S.F. cumple prisión provisional desde julio de 2005.

Para sustentar la pena, la representante de Ministerio Público dio validez a la declaración que prestaron ayer las víctimas, al estimar que se corroboraron por las manifestación que realizó su hermano. Éste señaló a la Sala que su padre solía ser "agresivo" y se mostró contrario a que sus hermanas se hubieran inventado los hechos, influidas por su prima.

En la primera sesión, la hija mayor de Francisco S.F. relató que su padre la violó una noche de mayo de 2004 y repitió los hechos en más de seis ocasiones, hasta julio de 2005. "Mi padre abusaba de mí y me violó 6 ó 7 veces en la caseta del huerto", manifestó la joven, que entonces tenía 14 años.

Durante su comparecencia, el procesado atribuyó la acusación a "una venganza" a cargo de su sobrina y una vecina por un tema económico. "Nunca maltraté a mis hijas. Una vez le di un bofetón a mi hijo y me dolió para toda la vida". La mujer de Francisco falleció en enero de 2004, por lo que su sobrina se fue a vivir con ellos para ayudarle a cuidar de sus tres hijos. A los tres meses, la echó de casa al pensar que le había robado dinero. "Te mandaré a la cárcel por violación", le amenazó la mujer, según contó el acusado.

Una de sus hijas relató que la primera agresión sexual sucedió en mayo de 2004. Según la joven, el acusado buscaba el momento de "estar solos" para agredirla sexualmente. "Me agarraba y me metía a la caseta. Allí abusaba de mí. Unas veces me tocaba y otras me violaba", recordó.

También en mayo de 2004, el procesado se introdujo en la cama de su hija menor, de 13 años, de la que abusó.

A consecuencia de los abusos, una de las hijas sufrió un trastorno de estrés postraumático y un síndrome de acomodación al abuso, por el que sigue un tratamiento psicológico. Igualmente, su hermana precisa de asistencia psicológica por la desestabilización emocional ocasionada por la experiencia dramática vivida.