SEVILLA 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Sevilla ha mantenido los diez años de prisión que solicitaba para un joven de Constantina (Sevilla) por un presunto delito continuado de abusos sexuales a una menor con la que convivió durante varios meses tras escaparse ella de un centro de menores, hechos que han sido enjuiciados hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla.
En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el fiscal elevó a definitivas sus conclusiones, ya que consideró que "queda probado" que el acusado, R.P.C. mantuvo relaciones sexuales plenas "sabiendo que se trataba de una menor", y que estas "se repitieron a lo largo de tres meses". La acusación particular se adhirió a la solicitud del ministerio público.
Por su parte la defensa del joven solicitó la libre absolución al considerar, por un lado, que no está probado "que en ningún momento" su cliente y la menor, E.M.C., mantuvieran relaciones sexuales, ya que el hecho de que el informe forense indique que ella ha mantenido relaciones "no significa que no pudieron ser posterior, pues el informe es de unos meses después de que dejaran de convivir"; y por otro, que el procesado estaba convencido de que E.M.C. tenía 14 años, "tal y como ella le había dicho".
La defensa también aludió a las contradicciones entre la declaración de la menor en la fase de instrucción "en las que que negaba que hubiera mantenido relaciones sexuales y su testimonio en el juicio en el que reconoció que tuvo relaciones "consentidas", añadiendo a que se debe al "odio reconocido hoy por la propia joven y su madre al acusado y al recelo amoroso al haberse casado éste con otra chica".
El acusado, que contaba con 19 años en el momento de los hechos en mayo de 2004, reconoció que mantenía una relación de amistad con la supuesta víctima y que ella y su hermana convivieron con él y su hermano en un piso que tenían alquilado. No obstante, negó que mantuvieran relaciones sexuales e incluso indicó que la devolvió varias veces a su casa.
Los hechos sucedieron a partir de mayo de 2004 cuando la joven convivió con el acusado y su cuñado, que en aquel momento era pareja de su hermana, donde al parecer huyó porque "su padre la maltrataba". Según el escrito de acusación del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, R.P.C. mantuvo relaciones sexuales "sabiendo que se trataba de una menor". E.M.C. estuvo viviendo con el procesado hasta que la Delegación de Igualdad y Bienestar Social dictó el 17 de septiembre de 2004 una orden de desamparo, al conocer los hechos, y retiró a la menor días después.