MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El PP renovó hoy el apoyo de su grupo al Gobierno para reformar la Constitución, siempre que esta modificación tome como base el informe que sobre esta cuestión elaboró el Consejo de Estado en la anterior legislatura, un texto que iba más allá de los cuatro puntos que el Ejecutivo se plantea retocar y que los 'populares' incluyeron en su programa para las elecciones del 9 de marzo.
El encargado de reeditar ese respaldo fue Federico Trillo, portavoz del PP en la Comisión Constitucional del Congreso, en la que compareció la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega. Trillo comenzó su intervención advirtiendo a la 'número dos' del Ejecutivo que no podía "poner el marcador a cero" porque lleva cuatro años en su puesto y lo hizo para confesar que su grupo se sintió "defraudado" ante algunos de los objetivo que el Gobierno planteó al inicio de su primer mandato, especialmente el de la reforma constitucional que quiere retomar ahora.
Así, recordó que el PP ofreció su apoyo al Gobierno "casi sin ninguna condición" para acometer esa reforma y que incluso avaló la modificación de la Ley del Consejo de Estado para que el órgano consultivo pudiera emitir informe sobre la misma.
También recriminó al Ejecutivo que haya impulsado, sin contar con el PP, leyes orgánicas sobre asuntos que tradicionalmente siempre se habían consensuado con el principal partido de la oposición, entra las que citó el Estatut y la Ley del Tribunal Constitucional, que definió como "una ley ad hoc" para mantener en su puesto a la presidenta del Alto Tribunal, María Emilia Casas.
Pese a todos estos reproches, Trillo explicó que su partido continúa abierto a buscar un acuerdo sobre la reforma constitucional, pero emplazó a De la Vega a especificar si ésta se circunscribirá a los cuatro puntos que ella citó hoy, a los dos que mencionó José Luis Rodríguez Zapatero en su debate de investidura o a los que añadió el Consejo de Estado en su momento, que son los que respalda el PP.
REFORMA LIMITADA.
En concreto, defendió una "reforma limitada" de la Carta Magna con unos ejes básicos: estabilidad del Estado de las autonomías, dotar al estado de los instrumentos necesarios para garantizar la igualdad de los españoles y los mecanismos que aseguren el consenso reforzando las mayorías en las Cortes.
"No ha habido reciprocidad, pero se la vuelvo a ofrecer en nombre del PP y de su presidente, en los términos del informe del Consejo de Estado", puntualizó Trillo, recordando que esa propuesta es la que el PP incluyó en su programa electoral y que es la que han avalado "diez millones de españoles sin los cuales no se puede tocar el texto constitucional".
Eso sí, dejó claro que lo que no aceptará el PP son "mutaciones constitucionales" como las que, en su opinión, ha realizado el Ejecutivo socialista sin cambiar la letra de la Carta Magna, pero sí modificándola mediante otras leyes de menor rango. "Nosotros a eso no jugamos", espetó Trillo a De la Vega.
LEALTAD ANTE LA SENTENCIA DEL ESTATUT.
A continuación, garantizó que el PP actuará en este asunto "con toda lealtad", la misma con la que afrontó, junto con el PSOE, el rechazo al Plan Ibarretxe y con la que, según anticipó, aceptará la sentencia que dicte el Tribunal Constitucional sobre el Estatut. "Sin amenazas, acatando lo que se diga, sin intoxicaciones anticipadas, sin precipitaciones en la renovación, que ya vale", exclamó.
En otro momento del debate, Trillo volvió a criticar las recusaciones que, "para intentar componer una mayoría a su medida", planteó el Gobierno a magistrados del Constitucional con el objetivo de apartarles de la decisión sobre el Estatut, en respuesta a las que antes había presentado el PP y que, según dijo, no tiene precedentes "en la historia constitucional de Europa".
Además, reclamó al Gobierno que se pronuncie sobre la iniciativa legal que al parecer prepara el PNV para dar cobertura a la consulta prevista por el lehendakari y sobre la supuesta intención de la Generalitat catalana de eliminar obstáculos para que pueda celebrarse un referéndum en esa comunidad.
Respecto a la modificación de la Ley Electoral, Trillo respaldó la petición de informe al Consejo de Estado y su análisis en una subcomisión parlamentaria anunciados por la vicepresidenta, pero le urgió a "no hacer lo mismo que la otra vez", en referencia a la reforma que se hizo de esa norma mediante la Ley de Igualdad con la introducción de las listas electorales paritarias. Así, reclamó que si se cambia la ley, se haga previo acuerdo con el PP y "sin que afecte derecho igual de todos los españoles a ejercer su voto".
"PLAN DE DERECHOS HUMANOS, NO"
En una intervención a ratos irónica, Trilló logró incluso arrancar algunas risas cuando habló del Plan de Derechos Humanos que prevé elaborar el Gobierno. "Señora vicepresidenta, por favor, Plan de Derechos Humanos, no", dijo varias veces como si coreara una consigna. En este punto, hizo un repaso histórico de los textos sobre derechos humanos desde la francesa Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, hasta la propia Constitución española, pasando por la Declaración de Naciones Unidas.
"Los derechos humanos se protegen frente al poder y por tanto el poder que no me haga un plan de derechos humano alguno, déjennos como estamos", demandó, casi en tono de súplica. Según Trillo, si quiere velar los por derechos humanos el Gobierno debería proteger a las víctimas del terrorismo y hacer que se cumpla la Constitución en lo que se refiere a algunos derechos básicos. "Eficacia, garantías judiciales, independencia del fiscal general del Estado y menos broncas a la presidenta del Constitucional", reclamó.
Trillo confesó que no le tranquiliza "nada" que los socialistas hagan Ley de Libertad Religiosa y lo hizo de un modo muy elocuente. "¡Válgame Dios si tiene usted que amparar la libertad religiosa!", agregó, defiendo la norma vigente desde 1980 y alertando de que la reforma que prevé el Ejecutivo sea un pretexto para hacer una ley "contra determinadas creencias". "Porque la mía tan digna como la de los demás, es la de la mayoría de los españoles", enfatizó declarándose católico.
El portavoz del PP pasó de puntillas sobre el informe de impacto autonómico que el Gobierno quiere añadir a partir de ahora a todos sus proyectos. "Caramba, la que de deben estar preparando", se limitó a decir. Tampoco se extendió mucho sobre la intención de De la Vega de revitalizar la institución parlamentaria y sólo aludió a la misma para pedir al Gobierno que "ponga los medios" para crear la Oficina de Control Presupuestario sin escudarse en que antes es preciso reforma el Reglamento del Congreso.