MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El PP pretende que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) haga pública la fórmula matemática que aplica para la elaboración de cada uno los sondeos electorales que realiza para poder estudiarla y descubrir si, como sospecha, los "errores" de predicción que achaca al instituto de opinión tienen su origen en ese algoritmo.
Con este objetivo, el primer partido de la oposición ha registrado una proposición no de ley, para su debate en la Comisión Constitucional del Congreso. En concreto, según el texto de la iniciativa que recoge Europa Press, el PP quiere que la Cámara Baja fuerce al Gobierno a obligar a CIS a desvelar esa fórmula.
En la exposición de motivos de la iniciativa, el partido de Mariano Rajoy reproduce las quejas sobre la muestra de los estudios electorales del CIS que traslada verbalmente a los responsables del centro cada vez que comparecen en el Congreso.
El PP recuerda que el organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia "ha errado de forma considerable" en las estimaciones de voto de los últimos cuatro procesos electorales: autonómicas vascas, gallegas y catalanas y europeas de 2009. "Los pronósticos no sólo no se cumplieron, sino que quedaron muy alejados del resultado final", apostillan.
NO CUADRA CON RESULTADOS ANTERIORES
En su opinión, estos fallos de predicción pueden tener su base en la muestra elegida por el CIS. En concreto, los 'populares' denuncian que "se viene observando en el recuerdo de voto de los entrevistados una excesiva sobrerrepresentación de personas que dicen ser votantes de una determinada tendencia política". Aunque en el texto no lo especifica, el PP siempre ha apreciado una presencia excesiva de encuestados que recuerdan haber votado al PSOE en los comicios anteriores.
En este contexto, vuelven a quejarse de que la muestra "no es representativa del resultado producido en las anteriores elecciones", pues el recuerdo de voto de los entrevistados no se corresponde con el porcentaje de sufragios que obtuvo realmente en las urnas cada una de las formaciones que concurrieron a las elecciones precedentes.
Desde el CIS, se asume esa contradicción pero sus distintos responsables han venido asegurando que se trata de un fenómeno que se produce también en otros países y que ya se tiene en cuenta a la hora de calcular la estimación de voto.
En su última comparecencia ante el Congreso, el presidente del CIS, Ramón Ramos, justificó los posibles errores de sus encuesta en la distancia temporal entre las entrevistas y la celebración de unos comicios. Y es que, según recordó, el instituto tiene el compromiso táctico de no interferir en las campañas electorales, lo que le obliga a presentar sus sondeos antes de los 15 días de campaña, y ello implica a su vez adelantar el trabajo de campo. Y como el CIS no hace encuestas telefónicas, sino entrevistas presenciales, ese trabajo de campo ha de arrancar aún antes para que dé tiempo a completarlo.
Todo ello supone que, por ejemplo, la encuesta autonómica y municipal que se ha presentado esta semana se haya basado en un trabajo de campo (entrevistas) que comenzó dos meses antes de los comicios. "Y en este tiempo, las cosas pueden cambiar mucho", reconoció Ramos.
Pero el PP insiste en que ese "sesgo" que perciben en la muestra "se traslada al resultado final del resto de conclusiones de las encuestas sin ponderarlo, es decir, sin corregirlo, lo que puede dar lugar a interpretaciones erróneas, carentes de criterio objetivo".
CULPA DE LOS DIRECTIVOS, NO DE LOS ENCUESTADORES
"Estos errores, muy graves, no son en puridad directamente atribuibles a los encuestadores, sino más bien al procedimiento de elaboración de los resultados, cuya responsabilidad se atribuye al personal directivo del Centro", argumenta el PP.
Por todo ello, en aras de contribuir a "una mayor transparencia, y con objeto de alejar cualquier posible duda acerca de la calidad e independencia de criterio en los trabajos del CIS" reclama que se publique el método matemático utilizado para procesar los datos que conforman las encuestas electorales.
La difusión de ese algoritmo permitiría, según el PP, que dicha ponderación se pudiese trasladar al conjunto de las conclusiones de las encuestas, y en segundo lugar, que la fórmula matemática fuera "sometida al examen, estudio y análisis general".
