ZARAGOZA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El concejal del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, Rafael de Miguel, ha anunciado que va a exigir al consejero municipal de Economía y Hacienda, Francisco Catalá, los datos y las cuentas del proyecto de navegabilidad del Ebro.
De Miguel ha recordado que "el Pilar ya ha pasado y ya se puede hacer un balance de lo que ha supuesto el primer año de concesión. No hay excusa para seguir ocultando esos datos, ya que el número de viajeros en los fines de semana de octubre ha sido ridículo y no variará el resultado final".
Los populares han reclamado a Catalá información sobre el número de viajeros, la recaudación final, las entradas regaladas, el coste de amortización, el coste de los barcos, el coste final de los embarcaderos, el coste de los motores de gasoil, los dragados y el rebaje del Puente de Piedra, entre otros aspectos. "Es hora de aclarar a los zaragozanos cuánto nos va a costar realmente esta chapuza", sentencia de Miguel.
La solicitud de información la argumentan tras las "preocupantes" declaraciones del gerente de la empresa concesionaria Turismo Ebrofluvial en las que criticaba abiertamente el pliego de condiciones del proyecto de navegabilidad, igual que hizo el propio presidente de la Sociedad Expoagua, Roque Gistau, recuerda los populares en un comunicado.
"Las palabras del gerente de la empresa auguran un rotundo fracaso del que ya habíamos advertido. Pero lo que resulta más preocupante es que todo apunta a que el Ayuntamiento tendrá que pagar muchos cientos de miles de euros para compensar las pérdidas de un proyecto desastroso desde el primer día", critica Rafael de Miguel.
En este sentido, sostiene que el pliego de condiciones para la navegación en el Ebro fue "una auténtica chapuza" y ninguna empresa se interesó por este proyecto tal y como fue planteado, ya que "no resultaba rentable y era completamente incompatible con el Ebro".
Sin embargo, "Jerónimo Blasco lo adjudicó a dedo en unas condiciones completamente desfavorables a los intereses del Ayuntamiento firmando una cláusula por la que la ciudad asumiría todas las pérdidas. El alcalde Belloch y Blasco sabían que las habría desde el principio y ahora les toca responder políticamente ante los zaragozanos, que son los que al final tendrán que pagar sus desastres en la gestión", ha concluido.
