PALMA DE MALLORCA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Govern, Francesc Antich, aseguró hoy tener la impresión de que el PP está "tirando tanto de la bandera" en Baleares y en Madrid que la llegará "a romper" y, por otro lado, reconoció que está "muy procupado" por el "funcionamiento democrático de nuestro país".
Antich respondió así en el Parlament a la portavoz del PP, Rosa Estarás, quien le preguntó si considera que el conseller de Interior del Consell de Mallorca, Joan Lladó (ERC), está habilitado para ejercer un cargo de representación, después de "animar a incumplir la ley y a romper la convivencia", en referencia a una carta del líder de ERC publicada por un diario de Manacor en la que expresaba que "si alguien quiere encender una vela, que enrolle un retrato del Rey".
El presidente del Ejecutivo manifestó que le "preocupa" que se "incite a incumplir la ley", pero recalcó que lo que más le inquieta son los "incumplimientos claros y flagrantes de la ley" por parte del anterior Govern, al haber licitado obras públicas "sin ninguna garantía, ni ninguna partida presupuestaria".
Así, acusó al anterior Ejecutivo de "dejar colgados" a los empleados que trabajan en las obras de infraestructuras públicas, como el Estadio Palma Arena y, en esta línea, subrayó que lo que hace "mal al país" es licitar trabajos "sin ninguna garantía".
Sin embargo, Estarás centró el debate en la polémica generada por Lladó, al enteder que "empeora la calidad democrática de Baleares", debido a que el republicano "animó a incumplir la ley" cuando el cargo que ostenta -en el Consell de Mallorca- le hace "responsable de garantizar la seguridad y la convivencia en Mallorca", dijo Estaràs, quien acusó a LLadó de pertenecer a un partido caracterizado por su "activismo callejero y por mantener posturas radicales".
"Un conseller de Interior, que es antisistema e incita a no cumplir la ley, díficilmente puede garantizar el sistema", aseveró, al tiempo que preguntó al presidente del Govern si la "conculcación de los principios del Estado de Derecho" es el precio que deben pagar los ciudadanos por el apoyo de ERC que necesita Antich y Armengol para gobernar en Baleares y en Mallorca, respectivamente.