El presunto asesino de Águeda González se mostró "arrepentido" y colaboró en la reconstrucción del suceso ante la juez

Los informes confirman que la joven tenía restos celulares de su agresor bajo las uñas, pero no había semen ni en cadáver ni en ropa

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 27 noviembre 2007 17:16

VIGO, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presunto asesino de Águeda González, Francisco Javier R.B., de 31 años de edad, se mostró "arrepentido" en su declaración ante la Guardia Civil tras autoinculparse de la muerte de la joven y, a pesar de que inició su declaración como testigo, la interrumpió para pedir un abogado que lo asistiera en su relato de los hechos.

Así lo confirmaron los agentes de la Policía Judicial de la Benemérita que declararon hoy en el segundo día del juicio que se sigue contra Francisco Javier en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en Vigo, en el que confirmaron que la primera declaración del acusado fue "en calidad de testigo", ya que la investigación de la línea de teléfono de la víctima reflejó que el imputado le había enviado varios mensajes y había sido la última persona en telefonearla antes de su desparación.

Los distintos testigos de la Guardia Civil que participaron en la toma de declaración precisaron que las explicaciones del sospechoso "no casaban" con otros testimonios, como el de su propia hermana, y así se lo hicieron ver. En este sentido, recalcaron que, llegado a ese punto de la declaración, el joven "se derrumbó y empezó a llorar" y se negó a seguir declarando hasta que no contara con un abogado.

A partir de ese momento, hay diferentes versiones sobre la confesión del Francisco Javier, en concreto sobre si admitió haber matado a Águeda cuando era testigo o cuando ya estaba detenido oficialmente. En todo caso, los agentes coincidieron en que, al finalizar su declaración, se mostró "arrepentido" por haber matado a la chica y colaboró en la localización del cadáver con la elaboración de un croquis.

Horas después de la confesión del detenido, la comisión judicial lo acompañó al lugar de los hechos, donde se realizó una reconstrucción en la que, "mostrándose tranquilo en todo momento", Francisco Javier repitió los movimientos que supuestamente había realizado cuando mató a la joven.

Los testigos que estuvieron presentes en esa reconstrucción aseguraron hoy ante el juez que el detenido repitió las mismas acciones de cuando cometió el crimen, incluyendo el movimiento de varias piedras, algunas de grandes dimensiones para ocultar la cavidad natural en la que ocultó el cadáver.

Este apunte de los propios guardias civiles resta peso a la tesis de la acusación particular que mantiene que Francisco Javier no pudo haber actuado solo para ocultar el cuerpo debido a la magnitud de las piedras que empleó para tal fin.

INFORMES CIENTÍFICOS.

Además, en la sesión de la mañana de hoy también prestaron declaración los peritos encargados de realizar los informes científicos relacionados con el asesinato, entre ellos, el análisis de muestras orgánicas extraídas del cadáver y de ropa, tanto de la víctima como del supuesto asesino.

Los resultados de estas pruebas concluyeron que la víctima tenía restos celulares de ADN del agresor bajo las uñas, así como sangre. Asimismo, confirmaron que en las muestras que se extrajeron del cuerpo y de la vestimenta no se detectaron restos de semen.

Por otra parte, responsables de lo estudios de criminología declararon ante el juez haber localizado restos de ropa en un bidón situado en el exterior de la vivienda del acusado, donde supuestamente quemó la ropa de Águeda.

Los agentes de la Policía Judicial rescataron la puntera de una zapatilla con restos calcinados, parte de una cremallera y botones metálicos, que podrían pertenecer a unos pantalones vaqueros de una conocida firma.

ANOTACIONES.

Aparte, los agentes que realizaron la inspección ocular del vehículo del acusado confirmaron que se encontraba en un "estado de suciedad y de abandono" y que, en el interior, se localizaron dos guantes de látex y un bote de alcohol, otro de amoníaco y una garrafa de gasolina.

Además, también se encontraron en el vehículo varios tickets de compra de un centro comercial entre los que apareció la factura de un cuchillo chuletero y una caja de guantes de látex con fecha del 3 de enero, una semana antes de la desaparición de Águeda. Asimismo, en el vehículo se encontró una nota escrita a mano por el acusado con las palabras "mañana sitio" acompañadas por una figura "que podría representar un plano de la zona o la letra A".

Todos los testigos de la Guardia Civil que inspeccionaron el lugar donde apareció el cadáver coincidieron en que, de no haber sido por la confesión de Francisco Javier y su cooperación, la localización del cuerpo hubiera sido "bastante difícil".

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