PSE y PP critican el tono "radical" de Olano y defienden el nuevo Gobierno vasco como "alternativa de convivencia"

SAN SEBASTIAN, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los grupos de PSE-EE y PP en las Juntas Generales de Guipúzcoa criticaron hoy el tono "radical" del discurso pronunciado ayer por el diputado general, Markel Olano, y defendieron el nuevo Gobierno vasco como una "alternativa de convivencia, reconocimiento, respeto y puesta en valor de la pluralidad" de Euskadi. A su juicio, el PNV "no ha asumido" estar en la oposición, al tiempo que criticaron que el objetivo prioritario de Olano sea el derecho a decidir.

En la segunda jornada del Debate de Política General, celebrado en las Juntas Generales de Guipúzcoa, el portavoz socialista, Julio Astudillo, lamentó que persista la violencia de ETA y consideró que "la firmeza democrática, la aplicación del Estado de Derecho, el rechazo social y la deslegitimación de su proyecto totalitario", son elementos "fundamentales" para la "derrota" de la banda terrorista.

Tras señalar que el cambio en el Ejecutivo vasco es "bueno" para Euskadi, insistió en que el PSE-EE ha presentado una alternativa "integradora, de convivencia, respeto y puesta en valor de la pluralidad" del País Vasco con "la mano tendida" al resto de fuerzas y lamentó que el PNV "no haya asumido" estar en la oposición. Además, remarcó que Olano ayer "se quitó la careta y mostró su faceta radical".

Por otro lado, abogó por afrontar la crisis "con altura de miras, con responsabilidad y sin partidismos" y consideró que el Gobierno foral se ha mostrado "pasivo ante la crisis y no se ha implicado a fondo". En su opinión, las medidas para afrontar la coyuntura "llegan tarde" y denunció que "mientras se desploma la recaudación, Olano se ha dedicado a debates de salón". Finalmente, señaló que su grupo acudirá a la negociación de los presupuestos "con la mano tendida" y con voluntad de "colaboración, acuerdo y consenso".

PP

Por su parte, la portavoz del PP, Regina Otaola, calificó a Olano de "mensajero de los radicales" y consideró que su discurso "resucitó el más rancio y excluyente nacionalismo". Además, insistió en que para el PNV "lo normal y democrático" es que el Gobierno vasco esté "en sus manos" y "cualquier otra posibilidad es un ataque", lo que, a su juicio, es "totalitarismo puro y duro".

Otaola ofreció el apoyo del PP a Olano para conseguir "memoria, justicia y dignidad" para las víctimas del terrorismo, pero le exigió que no incluya en ese colectivo "a los autores del crimen o a los colaboradores necesarios", porque "unos son las víctimas y otros los verdugos". Asimismo, criticó que el objetivo prioritario del diputado general sea "conseguir la independencia".

Por ello, subrayó que el primer reto estratégico de Olano debería ser "las personas y no el derecho a decidir" y consideró que el diputado no puede hablar de liderazgo compartido porque "no se puede compartir aquello que no se tiene". Finalmente, aseguró que el plan anticrisis de la Diputación "llega tarde y a rebufo del presentado por el Gobierno vasco" y pidió que se tomen en cuentan las medidas presentadas por su formación para afrontar la crisis.

GRUPO MIXTO

Las tres formaciones que componen el grupo mixto centraron sus discursos en la gestión de Olano y en la crisis económica. De este modo, el juntero de EB, Mikel Izagirre, achacó al Gobierno foral "falta de previsión e ineficacia" para hacer frente a la crisis y destacó que "la nefasta política fiscal llevada a cabo ha mermado las arcas forales de manera tan drástica que está pasando factura al territorio, sus municipios y su ciudadanía". Para Izagirre, a Olano "le interesan más los empresarios, a los que concede todos sus deseos como ha quedado reflejado en Guipúzcoa Aurrera".

Por su parte, la portavoz de Aralar, Rebeka Ubera, aseguró que el Gobierno foral está "falto de ideas" y que "con la excusa del liderazgo compartido se protege bajo el caparazón de Guipúzcoa Aurrera". A su juicio, el departamento de Hacienda tiene "improvisación y total falta de planificación" y reclamó inversión social frente a "macro infraestructuras de dudosa viabilidad económica".

El representante de Alternatiba, Ander Rodríguez, criticó el modelo "basado en el consumo ilimitado" que defiende la institución foral, que calificó de "injusto, ineficiente y que desperdicia las posibilidades que la autonomía y la soberanía fiscal" otorga a Guipúzcoa para hacer frente a la crisis. Tras denunciar acciones como la bajada del impuesto de sociedades, reclamó al diputado general que se centre en el desarrollo de nuevas infraestructuras de transporte sostenible.

PNV Y ALKARBIDE

Los grupos que conforman el Gobierno foral (PNV y Alkarbide), por su lado, defendieron el discurso y la gestión de Olano. El portavoz del PNV, Asier Aranbarri, aseguró que "ante el desalojo del nacionalismo propugnado y realizado por el lehendakari, Patxi López" reivindicarán su identidad y profundizarán en el autogobierno". No obstante, aseguró que los jeltzales tienen "la mano tendida a seguir negociando para salir de la crisis y seguir construyendo Guipúzcoa, a pesar de que lo que desune a PP Y PSOE en Madrid, les une en Euskadi; esto es, diluir el hecho diferencial vasco".

Por su parte, el portavoz de Alkarbide, Joxean Rekondo, defendió un acuerdo en materia fiscal para trasladarlo conjuntamente al Consejo Vasco de Finanzas y consideró que el Gobierno foral "ha gestionado bien sus competencias". Además, apoyó un "suelo ético común" en la lucha contra ETA y la activación de la confianza social en la política.

OLANO

El diputado general, Markel Olano, también tuvo ocasión de replicar a los grupos junteros e insistió en que la Diputación de Guipúzcoa ha realizado "un esfuerzo muy importante" para afrontar la crisis y que ha estado "muy cerca de las empresas". Además, apuntó que en Guipúzcoa Aurrera se han dado "avances muy importantes" aunque consideró que "la entrada de más agentes a este grupo sin control cuestionaría su operatividad".

Asimismo, remarcó la necesidad de una unión y la colaboración entre los abertzales que defienden el derecho de decidir para "ser operativos" y exigió que "no se ponga en duda" su "compromiso ético" para derrotar a ETA, al tiempo que insistió en que el pacto de PSE y PP en el Gobierno vasco "no respeta principios básicos para la convivencia como el derecho a decidir".