Los psiquiatras confirman que la parricida de Pilas no sufre ninguna enfermedad mental

Actualizado: domingo, 5 julio 2015 3:16

SEVILLA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los forenses del servicio de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla que valoraron a Sara L.H., la mujer de Pilas para quien la Fiscalía pide 40 años de cárcel por matar a dos bebés suyos y esconderlos luego en sendos congeladores de su vivienda, han confirmado este viernes que la acusada "no tiene ninguna enfermedad mental de las recogidas en las clasificaciones internacionales". "Eso lo decimos con una probabilidad del 100 por cien", han manifestado.

Durante su comparecencia en la tercera jornada del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, los dos forenses han explicado que, tras ser descubiertos los hechos, se entrevistaron con la acusada hasta en tres ocasiones durante los meses de noviembre y diciembre de 2012 a fin de poder emitir un diagnóstico psiquiátrico, "no encontrando ninguna" enfermedad mental.

Los forenses han explicado, no obstante, que Sara sí padece un trastorno de la personalidad de tipo dependiente, caracterizándose por ser una persona "que evita situaciones que requieran de contacto interpersonal por miedo al rechazo" y que "se preocupa constantemente por la crítica" de los demás.

De este modo, han añadido que las personas que sufren este tipo de trastorno, como la acusada, "son personas retraídas, con tendencia a parecer raras, que tienen miedo al rechazo y a que no la acepten", de manera que "necesitan la referencia y el apoyo de los demás".

Los psiquiatras han relatado que la acusada era "buena" estudiante y aprobó tanto el Bachillerato como COU, pero sin embargo "no echó los papeles para la Universidad a pesar de no tener problemas económicos para ello", lo que achacan a que la universidad "es un mundo nuevo y no hay nadie detrás que la empuje" a seguir estudiando.

En las entrevistas, la acusada aseguró que "desde siempre ha sido una persona introvertida, retraída, a la que le da miedo lo que piensen los demás, motivo por el que no salía mucho de casa", señalando los forenses que, durante dichas entrevistas, Sara "no dijo que no tuviera amigas por culpa del marido", pues "antes de conocerlo no tenía especiales relaciones con amigas o compañeras".

LA ACUSADA NO TENÍA "MIEDO" A SU MARIDO

Cuestionados por si la acusada tenía "miedo" a su marido, del que ya se encuentra divorciada, los psiquiatras han puesto de manifiesto que "el miedo no aparece en ningún momento, pero sí malestar por la falta de reconocimiento y de cariño que tiene hacia ella, reprochándole además su poca implicación en la casa, pues la vida la hacía entre el trabajo y el bar". Asimismo, han indicado que la acusada aseguró que su pareja "nunca le pegó".

Los forenses han señalado además que la acusada "hizo lo que hizo sabiendo lo que estaba aconteciendo y tomando libremente la decisión de llevarlo a cabo", pues "su capacidad de conocer y de querer no se encontraban alteradas, no habiendo alteración en sus funciones psíquicas y no existiendo ningún trastorno mental".

Asimismo, los especialistas, que han detallado que la acusada aseguró que los abortos "los vivió como un caos", se han referido al hecho de que Sara declarara que no recuerda haber estado embarazada ni el parto de uno de los bebés hallados en el congelador, y han dicho que "uno puede olvidar determinados momentos" del embarazo "pero no se olvida todo", pues un embarazo dura nueve meses "y cada mes se lo va recordando".

¿UN TERCER BEBÉ?

También ha comparecido en la tercera sesión del juicio una médico forense del IML que se entrevistó con la imputada el 27 de noviembre de 2012 --cuando apareció el segundo bebé congelado--, en el marco de la cual le preguntó por qué congeló al primer bebé hallado, contestando la acusada 'porque no quiero que mis niños se destruyan'.

En ese momento, la perito le hizo mención al segundo bebé hallado en el arcón congelador de la vivienda, pero ella lo "negó categóricamente", según ha relatado la forense, que ha planteado la hipótesis de que la acusada pudiera haber ocultado "un tercer" parto anterior a los ya conocidos en el que observó la "destrucción" del cuerpo, motivo que pudiera haberle llevado a congelar a los otros dos recién nacidos.

El juicio ha acogido también la comparecencia de un especialista en medicina legal y forense propuesto por la defensa de la acusada, quien ha negado que se pueda conocer la etiología ni el mecanismo de la muerte de los dos bebés y ha negado que fallecieran por sumersión, es decir, ahogados. "Tengo la certeza, al 100 por cien, de que no hubo ahogamiento, estoy completamente seguro de ello", ha asegurado.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD MÚLTIPLE

De igual modo, una psicóloga también propuesta por la defensa ha indicado que la acusada padece un trastorno de la personalidad y sufre "lagunas amnésicas" como consecuencia de "afrontar situaciones de estrés calificadas como traumáticas". "Es posible el olvido del embarazo, puede llegar a ser una situación de años los que se olviden", ha manifestado.

A ello se suma que la imputada padece también un trastorno de la personalidad múltiple, según la psicóloga, quien ha aseverado que Sara "no ha llegado a elaborar el duelo, de manera que cuando los congela, congela también su duelo, y por eso no es capaz de recordar".

Una vez concluida la prueba, la Fiscalía y la acusación particular que ejerce el exmarido de la parricida han elevado a definitiva su petición de 40 años de cárcel para la acusada por dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco, mientras que el abogado de la defensa ha pedido su libre absolución.