BARCELONA 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, calificó de "penosa" la campaña 'Dóna corda al català' (Da cuerda al catalán) del Gobierno catalán y consideró: "Si el catalán es esto, no vamos bien". Dijo que, ante la "presión lingüística" que ejerce la inmigración es necesario un "sobreesfuerzo" de instituciones y ciudadanos.
Pujol consideró que "no hay presión suficiente de la Generalitat" para hacer cumplir las leyes de normalización lingüística que "dan derecho a ser atendidos en catalán".
"Se ha hecho alguna campaña más bien penosa", indicó en relación a 'Dóna corda al català', en la que aparecía una boca de plástico llamada Queta, a la que se tenía que dar cuerda para que caminara, que simbolizaba el avance del catalán.
Se refirió a Queta como "aquella especie de carraca" que le recordó a las que utilizaba en su niñez "el viernes santo para ir a misa".
Pujol criticó que los "catalanohablantes no aplican" su "derecho a ser atendidos en catalán" como contemplan las leyes de normalización lingüística de los años 1982 y 2000, y el mismo Estatut.
LA INMIGRACIÓN OBLIGA A HACER UN "SOBREESFUERZO".
Para el ex presidente de la Generalitat, el hecho de que Catalunya sea "el país europeo que más más inmigración recibe cada año" obliga a "hacer un sobreesfuerzo" lingüístico tanto a instituciones como a ciudadanos, a quienes recriminó que "de cara a la defensa de la lengua no son suficientemente enérgicos".
En este sentido, criticó que las instituciones catalanas "no crean la atmósfera, la actitud y el estado de ánimo favorable" para el uso del catalán ante la "presión" que ejerce la "ola de inmigración".
Además, Jordi Pujol dijo que le "parece bien" cualquier iniciativa que lleve a cabo el Govern para "mejorar" el modelo de inmersión lingüística.
Tras las acusaciones de algunos sectores de la política catalana en el sentido de que el modelo de inmersión lingüística es excluyente, Pujol replicó: "Que la gente en Catalunya sepa hablar en catalán o castellano no es un fenómeno de una política de exclusión, sino que es consecuencia de una política inclusiva, se lo miren por donde se lo miren".
"Admito que digan que en Catalunya se puede vivir sin saber hablar catalán, pero no hay nadie que niegue que se vive mucho mejor si se saben hablar las dos lenguas", argumentó.
Pujol expresó sus "dudas" a cerca de que "se pueda hacer nada sin inmersión" para la convivencia del catalán y el castellano y otras lenguas, pero admitió que "sólo con inmersión tampoco", por lo que reclamó de nuevo el papel de los medios de comunicación, el refuerzo de la oficialidad del catalán y la creación de un "ambiente favorable" a la lengua, y reivindicó: "Nuestra enseñanza es fuerte gracias a los maestros".