Da por segura la visita de Zapatero a la región en enero para inaugurar el último tramo de la Autovía de la Meseta
SANTANDER, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, piensa que para los intereses de la región sería beneficioso que el PSOE gane las elecciones generales del mes de marzo y vuelva a gobernar en España, porque así se garantizaría la continuación de la "línea" que tiene articulada con el actual Gobierno central en cuestiones como las infraestructuras viarias, el tren de alta velocidad o el proyecto Comillas.
"También es cierto que por los compromisos del Partido Popular en Cantabria, y por lo que ha dicho el señor Rajoy, no creo que estas obras se parasen. Pero yo ya tengo una línea articulada con el actual Gobierno, con el que tengo una relación extraordinaria. Y en función de los intereses de Cantabria, a mí me gustaría continuar esa relación", subrayó el líder regionalista en una entrevista con Europa Press.
Según dijo, Cantabria ha recibido un "gran trato" por parte del actual Gobierno y no sería "agradecido" por su parte si no reconociera que la "continuidad" de ese Gobierno sería positiva para la región, para que esas obras "sigan teniendo su cronología de fechas y vayan adelante".
En este sentido, Revilla resaltó que las "grandes obras y reivindicaciones" que ha planteado en Madrid "están todas enfocadas" de forma que, en adelante, lo "único que quiere" y que se propone perseguir "como un perro de caza", es que "se agilicen".
Entre esas obras y proyectos ya encauzados el presidente cántabro citó la Autovía Dos Mares, que estaba "clausurada, prohibida y tachada" y José Luis Rodríguez Zapatero "la ha resucitado"; el proyecto Comillas, que "es una realidad absoluta"; la financiación para obras hidráulicas o el tren de alta velocidad, con la conexión hacia Bilbao y también la línea hacia Madrid porque, una vez se adjudique el tramo Palencia-Alar del Rey, se tendrá la "certeza de que el AVE llega a Santander".
Aludió asimismo a la financiación de las obras de Valdecilla, un asunto en el que, a su juicio, se ha hecho una "injusta crítica" al Gobierno de España. El presidente cántabro recordó que el PP, al que agradeció la primera fase de las obras, dejó "tasado el coste de la obra" y "prácticamente sin proyecto" y advirtió de que el desfase "va a ser gordísimo", probablemente de unos 15.000 millones de pesetas según Revilla (más de 90 millones de euros).
Otra de las grandes infraestructuras que ya ve totalmente la luz es la Autovía de la Meseta, que a su paso por Cantabria se completará seguramente en el mes de enero y a cuya inauguración da por segura la asistencia de José Luis Rodríguez Zapatero.
Revilla explicó que la empresa encargada de las obras del último tramo cántabro, el de Molledo-Pesquera, espera finalizar los trabajos a mediados de enero y se mostró convencido de que el presidente español acudirá ese mismo mes a la inauguración. "¿Cómo no va a venir a inaugurar la Autovía de la Meseta, una obra faraónica que rompe el aislamiento de Cantabria? Y más estando en las fechas que estamos. Es obligado que venga", apostilló el jefe del Ejecutivo cántabro.
NO LE TIENTAN LAS GENERALES.
La tranquilidad de ver enfocadas todas esas reivindicaciones de Cantabria lleva al secretario general del PRC a descartar presentarse a unas elecciones generales, una posibilidad que su partido nunca ha ejercido, pero que Revilla admitió que se habría planteado si viese en peligro las obras para la región.
Según dijo, él hubiera concurrido a las generales en el caso de que no hubiera existido el pacto de Gobierno con el PSOE, "de que las obras corrieran riesgo de no llevarse a cabo" o si tuviera la impresión de que los proyectos "no salen". "Si yo hubiera visto que eso no salía, sí hubiera tenido la tentación de sacrificarme, porque para mí es un sacrificio vivir fuera de aquí. Y me habría tirado cuatro años dando la matraca", señaló.
En cualquier caso, insistió en que el tema está "bien enfocado", no cree por tanto necesario concurrir a las generales y deja la política nacional "para los dos grandes partidos". Y de cara al futuro descarta esa opción porque, según sostiene, su "calendario se agota".
GOROSTIAGA, "HALLAZGO DE SERIEDAD".
La buena impresión que tiene Revilla de sus relaciones con el Gobierno central y con Rodríguez Zapatero se da también con sus socios socialistas en Cantabria. De hecho, aseguró haberse llevado un "disgusto" la noche electoral de los pasados comicios autonómicos ante la pérdida de diputados del PSOE, porque no ve "justo" que él se llevase "todos los méritos" de la valoración que recibió la coalición en conjunto.
A pesar de ello, sostiene que el resultado electoral no ha supuesto cambios en las relaciones entre ambos partidos, que son "extraordinarias". Según dijo, en el Consejo de Gobierno "no hay dos partidos" y se llega a consensos, no fruto de las "directrices" de cada partido, sino del estudio "objetivo" de las propuestas.
Destacó además que el Ejecutivo cántabro es un "ejemplo exportable" de que no se necesitan mayorías absolutas para que una región funcione y tenga estabilidad política, un logro que considera posible si quienes pactan son "personas serias".
En esta línea subrayó que la vicepresidenta regional y secretaria general del PSC-PSOE, Lola Gorostiaga, es un "hallazgo de seriedad", una persona "seria, responsable" con la que dijo entenderse "perfectamente" y con la que comparte la idea de que el interés de Cantabria "está por encima de la lucha de los partidos".
EL PP, EN "UNA DERIVA MUY RADICAL".
Para Revilla, a la hora de pactar lo realmente importante son las personas. "Los partidos son muchas veces las personas. Siempre me ha gustado firmar con personas, con talantes", agregó el presidente cántabro. Eso lo ha encontrado en esta legislatura y en la pasada en Lola Gorostiaga y no lo ve en cambio en el PP cántabro.
De hecho, opinó que "con los actuales dirigentes del Partido Popular de Cantabria y en la deriva que han tomado los últimos cuatro años es prácticamente imposible sentarse a hablar".
Revilla señaló que el PRC es un partido "progresista" y, precisó, no es una frase que se haya "inventando" ahora, sino que figura en sus estatutos de 1976. Es además un partido "capaz de dialogar con todos, salvo con los radicales" y, en este sentido, el líder regionalista lamentó que un sector del PP "ha entrado en una deriva muy radical, de disparar a todo lo que se mueve".
