GUADALAJARA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo hoy referencia a los acontecimientos sucedidos a Génova esta semana y la polémica surgida entre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Para Rubalcaba, el hecho de que el PP no cuente con Gallardón en las listas significa que se "ha defenestrado al moderado".
El titular del departamento de Interior hizo estas manifestaciones en Guadalajara durante el acto de presentación de las candidaturas del PSOE al Congreso y al Senado por esta provincia, en donde estuvo arropando al cabeza de lista Jesús Alique y la diputada nacional María José Naranjo. Al acto que tuvo lugar en el Colegio San José de la capital alcarreña asistieron unas 500 personas.
Al hilo, Rubalcaba exclamó que el núcleo "más duro" del Partido Popular no ha perdonado al alcalde madrileño sus "veleidades más moderadas" como no jugar con la "patraña" del 11-M o oficiar la primera boda entre homosexuales. Estos hechos demuestran al ministro que los 'populares' están más preocupados por quien va a suceder Mariano Rajoy, "que por pedir el voto y ganar las elecciones"
Seguidamente, Rubalcaba comentó que "es evidente que ser diputado es algo importante, pero nunca puede ser comparable a ser presidenta de la Comunidad de Madrid, salvo que en esa reunión se estuviera hablando de otra cosa, de la sucesión de Mariano Rajoy". A continuación, afirmó que Aguirre y Gallardón "fueron a Génova a poner fecha de caducidad al mandato de Rajoy al frente del PP".
En otro orden de cosas, el ministro reprochó al número 'dos' del PP por Madrid y ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, que use a las víctimas de ETA para justificar su incorporación a las listas 'populares'. "Esta frase tiene un objetivo mucho más miserable: buscar rentabilidad política en las víctimas de ETA. Ha sido un mal comienzo de Pizarro, el peor", puntualizó.
Finalmente, y en otro orden de cosas, Rubalcaba se dirigió a Pizarro y le dijo que "podría mirar a los ojos a los trabajadores que cuando se van de un empleo reciben un finiquito como máximo de 45 días por mes trabajado", y explicarle porque él --en referencia al ex presidente de Endesa-- se ha llevado 2.500 millones, concluyó el ministro.
