Rubalcaba cree que la carta de los presos de ETA "no será la última" y que hay más críticos que no se atreven a decirlo

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 1 septiembre 2008 17:51

MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó hoy que la carta de adhesión que firman reclusos de ETA en contra de la lucha armada "no será la última" y se mostró convencido de la existencia de "muchos más" disidentes "de los que se atreven a decirlo".

Según explicó hoy Rubalcaba, en rueda de prensa, existe alrededor del "mundo amplio de ETA y sus ramificaciones" un colectivo "en profundo desacuerdo" con la ruptura que la banda terrorista ha hecho del alto el fuego. "No me cabe ninguna duda de que existe gente que cree que no tiene sentido la violencia y que no se va a alcanzar nunca ningún objetivo a través de ella", remachó.

"Quien piense dentro de ETA que la violencia no conduce a nada tiene razón", enfatizó, antes de precisar que lo único que consigue la lucha armada es "el sufrimiento". Dicho esto, lanzó un mensaje a los terroristas, garantizándoles que, en ningún caso, alcanzarán con ella un "objetivo político".

En definitiva, quiso dejar claro que el único destino al que se enfrenta la organización terrorista es al "abandono definitivo y unilateral" de las armas, e insistió en que dentro de su cúpula hay gente partidaria de que "esa es la única solución".

Asimismo, señaló que tales voces críticas también ven "inconcebibles" la renuncia de la dirección etarra al "ejercicio de generosidad" que, en su opinión, le ha ofrecido el Estado. "Lo intentó González y ETA rompió, lo intentó Aznar y ETA rompió, lo ha intentado Zapatero y ETA ha roto", explicó en referencia a las sucesivas treguas, para sentenciar: "ETA es la que no quiere el diálogo".

"LA DISIDENCIA EN ETA SE PAGA CARO"

Eso sí, el titular de Interior expuso cómo la banda terrorista "no tiene buena cara" ni es "especialmente flexible" con la disidencia, la que, según dijo, está más unida a la realidad que viven los militantes y simpatizantes de ETA, los cuales están "más aislados y perseguidos que nunca". "La disidencia en ETA se paga caro", remachó.

A su juicio, la realidad supone que el círculo de la organización criminal está "más aislado socialmente, más perseguido policialmente y más acosado internacionalmente que nunca". De todos modos, apuntó que ante este escenario, y teniendo en cuenta la desarticulación del "importante" 'comando Vizcaya', los terroristas pueden intentar cometer "barbaridades".

"Cuando a ETA le das un golpe muy duro, y éste lo ha sido, intentará reaccionar", expuso, para concluir que las Fuerzas de Seguridad "llevan un tiempo con la guardia alta" para evitar cualquier acto de violencia.

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