MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Jordi Sánchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, han cumplido este martes a medianoche sus primeras 24 horas en la prisión de Soto del Real (Madrid), donde se le ha designado celdas separadas en los módulos 1 y 4, han informado a Europa Press fuentes penitenciarias.
En los módulos 1 y 4 ingresaron en su momento otros reclusos como Ignacio González y Luis Bárcenas que, al igual que Sánchez y Cuixart, fueron enviados preventivamente a prisión por orden de los jueces de la Audiencia Nacional. Construida en 1995, esta cárcel cuenta con 1.000 celdas repartidas en 14 módulos, uno de ellos para mujeres.
La juez Carmen Lamela decretó el lunes por la noche el ingreso en prisión incondicional sin fianza para los presidentes de las entidades independentistas por un delito de sedición. Sánchez y Cuixart están acusados de promover las concentraciones del pasado 20 y 21 de septiembre en Barcelona con las que se dificultó la labor de la comisión judicial que investigaba la logística del referéndum del 1 de octubre suspendido por el Tribunal Constitucional.
Este lunes han recibido la visita de sus abogados, Jordi Pina y Marina Roig. Los letrados han lamentado la decisión de la juez de la Audiencia Nacional de decretar prisión incondicional y han lanzado un mensaje de "calma" asegurando que lograrán "poner las cosas en su sitio". Los abogados han anunciado que estudian sendos recursos contra la orden de prisión.
En Soto del Real, cárcel con 78.000 metros cuadrados situada a 40 kilómetros al norte de Madrid capital, cumplen pena otros conocidos internos como Ignacio González, Jordi Pujol Ferrusola, Sandro Rosell y Gerardo Díaz Ferrán. Además de Bárcenas, en este centro también estuvieron Luis Bárcenas y los exbanqueros Mario Conde y Miguel Blesa, este último fallecido el pasado 19 de julio en una finca de Córdoba.
La jornada en Soto del Real comienza a las 8.00 horas con la limpieza de la celda y el desayuno. A las nueve están programadas actividades hasta la una, la hora fijada para comer. La prisión establece un horario de descanso entre las dos y las 16.30 para, a continuación, dar paso a otras actividades. A las 20.00 horas, tras la cena, cada interno tiene que estar de nuevo en su celda.
