CEUTA, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Representantes del sector crítico, no constituido oficialmente como tal, del PSOE de Ceuta criticaron hoy en declaraciones a Europa Press el "afán" de la Ejecutiva saliente del partido por "tutelar" la pretendida renovación que propugnan al no incluir a ninguno de los militantes que se han pronunciado en esa dirección en la propuesta de siete nombres que han trasladado a la dirección Federal para constituir la Comisión Gestora que deberá dirigir el partido previsiblemente hasta después de las próximas elecciones generales.
Miembros del sector crítico señalaron que los nombres propuestos son los del actual presidente del PSOE ceutí, Juan José León Molina; Manuel Calleja, miembro de la Organización Sectorial de Educación Universitaria del partido; Gonzalo Sanz, secretario de Movimientos Sociales; Alicia Cordente, número 4 de su candidatura; Milagros García, actual directora de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD) de la Delegación del Gobierno; Manuela Miaja, número 18 de la última candidatura y miembro de una de las familias con más raigambre socialista de la ciudad y Antonio Gros, profesor de Magisterio en la Universidad de Granada.
Tras la dimisión, la misma noche del domingo y antes de que se completase el recuento de sufragios, de la ex secretaria general del PSOE ceutí, Antonia Palomo, decisión que fue refrendada el martes por su Ejecutiva, que de acuerdo con los Estatutos del partido también fue disuelta, los socialistas ceutíes esperan ahora que la Secretaría de Organización del PSOE que dirige José Blanco designe a los tres, cinco o siete militantes que integrarán la citada Gestora. También decidió renunciar a su acta de diputado el número 2 de la lista y previsiblemente en las próximas horas hará lo propio Alicia Cordente, número 3.
Militantes históricos socialistas locales como el ex presidente de la Ciudad Autónoma Basilio Fernández abogaron en declaraciones a Europa Press por "abrir más el partido" y hacer "todo lo posible" por convertirlo en la "casa común" de todas las fuerzas locales de izquierda, divididas actualmente en tres facciones: el propio PSOE, que el domingo obtuvo 2.900 votos; los localistas del PSPC, que rozaron los 1.500 y la coalición UDCE-IU, que superó los 5.000.
Por su parte, el ex secretaria general del PSOE volvió a calificar a sus críticos de "buitres carroñeros" y les atribuyó la responsabilidad de haber contribuido a "desmoronar" el partido desde hace casi una década. Palomo defendió su legitimidad para manifestar estas opiniones recordando que ella asumió las riendas del partido tras el escándalo de la tránsfuga Susana Bermúdez, que se alió con el GIL "cuando no lo quería nadie".
