BARCELONA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Catalunya pasará el viernes a fase de excepcionalidad I gracias a las precipitaciones de los últimos días que han dejado 21,7 hectómetros cúbicos en el sistema Ter-Llobregat, del que bebe el área de Barcelona y Girona, según anunció hoy el conseller de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, Francesc Baltasar.
El territorio catalán se encuentra desde el 4 de febrero en fase de excepcionalidad II, por falta de pluviometría, que implica restricciones para industrias y regantes y además, impide a los ciudadanos usar agua de boca para regar jardines o llenar piscinas.
En este sentido, los municipios del Área Metropolitana de Barcelona aprobaron sanciones de hasta 3.000 euros para los habitantes de esta zona que malbaratasen agua potable, unas multas que, con el paso de la fase de excepcionalidad II a la fase I, dejarán de aplicarse.
En la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, Baltasar afirmó que, aunque se pase a fase I, "representantes muy cualificados del municipalismo" le han trasmitido que "pretenden mantener una actitud muy importante" para "mantener el nivel de austeridad alcanzado" en lo que a consumo de agua de boca se refiere.
"SEGUIMOS EN EL HOSPITAL".
Baltasar pidió que no se rompa la dinámica de ahorro porque "hemos pasado de la UVI a cama hospitalaria normal, pero seguimos en el hospital". "Seguimos ingresados y todavía estamos enfermos de agua, nos faltan recursos hídricos para llegar a una situación normal, nos falta casi el doble" de agua, añadió.
Por todo ello, el conseller indicó que se mantendrán todas las medidas que se han impulsado para ahorrar agua y evitar restricciones en la parte de Catalunya abastecida por agua procedente de los ríos Ter y Llobregat, donde residen 5,5 millones de personas. "No hay ningún elemento que nos haga modificar" la interconexión del minitrasvase del río Ebro que abastece Tarragona con la red de aguas de Barcelona y Girona, ya que, según el conseller: "Estamos muy lejos de la situación de normalidad".
En este sentido, pidió a los ciudadanos y a todas las administraciones colaboración y "máxima prudencia" para seguir ahorrando agua. Aseguró que el verano "no es el mejor momento para ahorrar agua", por lo que instó a "mantener el mismo nivel de rigor que hasta ahora" para retrasar la declaración de fase de emergencia II lo más tarde posible si no hay nuevas lluvias.
INCREMENTO DE RESERVAS SÓLO EN LAS CUENCAS INTERNAS.
La capacidad de los embalses de las cuencas internas de Catalunya --los ríos que nacen y desembocan en territorio catalán, entre los cuales sobresalen los ríos Ter y Llobregat--, ha pasado del 25,3% el pasado 5 de mayo al 28,8% que se registra hoy. Así, en el conjunto de las cuencas internas, hay 24 hectómetros cúbicos más de reservas, un 3,5% más que a principios de mayo. Pese a las lluvias de los últimos días, las reservas son muy inferiores a las de hace un año. Concretamente, a mediados de abril de 2007, en las cuencas internas de Catalunya se situaban en el 48% de la capacidad total.
En el caso de la cuenca del río Llobregat, sus reservas se encuentran, a día de hoy, en el 32,3% de su capacidad, frente al 28,5% que se registraba a inicios de este mes. En el caso del Ter, el porcentaje de reservas sobre la capacidad total es, a día de hoy, del 27,1%, un 3,4% que el 5 de abril, cuando el dato se situaba en el 23,6%.
En cuanto a la cuenca del río Ebro, sus reservas se sitúan en el 59%, el mismo porcentaje que a principios de mes, y sólo un punto inferior al que se registraba en abril de 2007, que era del 60%.
LLEGADA DE LOS PRIMEROS BUQUES CON AGUA.
A primera hora de hoy llegó al Puerto de Barcelona el primer buque con agua procedente del Camp de Tarragona, concretamente, de un pozo de agua ya potabilizada que gestiona la Empresa Municipal d'Aigües de Tarragona (EMATSA). En total, el buque transportó 19.000 metros cúbicos de agua potable. Baltasar indicó que el viernes llegarán nuevos barcos, esta vez del sur de Francia, lo que equivale que, en total, habrán "seis buques --llevando agua-- de los puertos de Tarragona y Marsella".
En total, serán 60 viajes al mes, lo que implica una aportación de 1,6 hectómetros cúbicos de agua adicionales a la red de aguas de Barcelona y Girona. Por el momento, no llegará agua de la planta desalinizadora de Carboneras (Almería)a Catalunya y esta aportación de agua andaluza se pospone hasta mediados de verano.
El conseller de Medio Ambiente explicó que los barcos serán la primera de las medidas que, en caso de reducirse el déficit hídrico, el Govern planteará eliminar por su elevado coste, que se sitúa en los "53 millones de euros en tres meses", cantidad que incluye "el precio del agua, el de los barcos y las tasas". Por ello, señaló que "la relación entre precio y cantidad, que no calidad, es muy cara".
Por ello, Baltasar indicó la voluntad del Govern de seguir trabajando en "otras medidas como son los pozos y la recuperación acuíferos, el uso de agua regenerada y todo el proceso de construcción de desalinizadoras", entre ellas la del Baix Llobregat, que entrará en funcionamiento dentro de un año según las previsiones oficiales.