Un testigo admite que no soldaron todos los ataúdes "porque había prisa"

Actualizado: martes, 31 marzo 2009 21:40


MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los responsables de la funeraria que desempeñaron las labores de sellado de los féretros en el mismo lugar del accidente del Yakolev 42 en Turquía relataron hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional cómo instalaron las placas identificativas en cada ataúd una vez se les entregaba el féretro cerrado y con la única referencia de un papel escrito en español y pegado con cinta adhesiva en la tapa en la que se indicaba el nombre y el rango del fallecido.

Según recordó el primero de los testigos Manuel Mejía en la sexta sesión del juicio contra tres mandos militares por la errónea identificación de 30 de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente, eran los militares turcos los que se encargaban de introducir los cadáveres en los féretros. "Una vez que se introducía el sudario, se identificaba el féretro con un papel, pero no sabíamos quién lo hacía, a nosotros ya nos llegaban así", dijo.

El testigo detalló que los féretros no iban identificados desde España, sino que, una vez en el lugar del accidente, ellos recibían el féretro con el cadáver dentro y "con un papel pegado con cinta adhesiva en la tapa del féretro con los datos del fallecido". "En función de esa identificación, nosotros aplicábamos las placas, que llevábamos desde España a partir de una lista facilitada por el Ministerio de Defensa", explicó.

No obstante, el testigo no supo decir quién pegaba aquellos papeles identificativos sobre los ataúdes. "No puedo asegurar si ese papel lo ponían los militares turcos o los españoles", dijo. "¿Y cómo es posible que no lo sepa si usted estaba alli?", le interpeló el fiscal. "Le mentiría si le dijera que lo sé", zanjó Mejías.

Este testigo continuó su relató ante el tribunal describiendo cómo en el lugar del accidente había mucha gente, pero aseguró desconocer quién coordinaba las operaciones. "De vez en cuando se acercaba algún militar español para preguntar cómo ibamos, pero nada más", añadió.

El fiscal pidió en dos ocasions al testigo que se girase para intentar reconocer entre los acusados a alguno de los militares que se encontraba en la zona aquel día, pero el trabajador de la funeraria fue incapaz. "Me es muy dificil reconocer, había muchos", se justificó.

Posteriormente su compañero en la funeraria Pompas Fúnebres Zaragoza, Carlos Andrade, confirmó que eran los turcos quienes introducían los cadáveres en los ataúdes y que estos llegaban a sus manos con "un folio con el nombre de la persona fallecida" .

DATOS EN ESPAÑOL

Asimismo, este testigo tampoco supo atribuir a nadie la colocación de ese papel. "Nuestra única función fue sellar y poner las placas con chinchetas", dijo este testigo, quien, sin embargo, recordó que los datos del nombre y el cargo que aparecían en los papeles estaban en español.

La Fiscalía pide al tribunal, presidido por el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez, que condene a cinco años de prisión al general médico Vicente Navarro, que se encargó de elaborar la lista de los 62 fallecidos; y a cuatro años y medio a los dos médicos que redactaron los informes de necropsia, el comandante José Ramírez y el capitán Miguel Sáez. A todos ellos les acusa de un delito de falsedad en documento oficial.

FÉRETROS SIN SOLDAR "POR PRISA"

Por su parte, otro de los testigos de la funeraria corroboró las declaraciones de sus compañeros, pero a preguntas del fiscal admitió que no todos los féretros fueron soldados y que algunos tuvieron que ser precintados con una cinta de estaño porque, según dijo, "había prisa".

"Nos dijeron que nos diéramos un poco de prisa", dijo el testigo, aunque luego matizó que no se dirigieron a ellos directamente, sino que "era lo que se escuchaba por ahí". "No te lo decían directamemnte pero se notaba que no había tiempo material", añadió.

"Cuando el tiempo corría en contra no se sellaban cien por cien todas la cajas, la soldadura te cuesta 15 minutos y aplicar un precinto con la cinta de estaño dos. Cuando te traían dos féretros se podía soldar pero cuando te traían tres o cuatro se te amontonaba la faena", explicó.