LUXEMBURGO 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ministros del Interior de la Unión Europea ratificaron hoy la creación de una base de datos sobre peticiones de visados de ciudadanos de terceros países que quieren entrar en la UE. El objetivo de esta iniciativa, que ya fue aprobada por la Eurocámara el pasado 7 de junio, es evitar que una persona cuya petición de visado haya sido denegada por un país de la zona Schengen pueda obtenerlo en otro Estado miembro.
El nuevo sistema, denominado VIS, facilitará también la lucha contra el fraude, los controles en las fronteras exteriores, la identificación de las personas que no cumplen las condiciones para entrar o residir en los países de la zona Schengen, así como la prevención de amenazas a la seguridad interior de los Estados miembros. Una vez que esté operativo, el sistema VIS estará conectado a todos los consulados de los países Schengen y a todos los puntos de control fronterizos.
Las autoridades policiales y Europol también podrán consultar VIS si ello puede contribuir a la prevención o investigación de ataques terroristas y otros delitos graves. No obstante se establecen condiciones muy estrictas para garantizar un elevado nivel de protección de datos, como la necesidad de presentar una petición por escrito o el acceso indirecto.
El nuevo sistema almacenará datos de hasta 70 millones de personas sobre visados para visitas o tránsito a través de la zona Schengen. Estos datos incluyen la fotografía de los peticionarios y sus 10 huellas dactilares, lo que hace que la base europea sea la mayor del mundo en materia de huellas digitales.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, destacó que el sistema VIS ofrecerá una "herramienta práctica" a los consulados, controles fronterizos, y fuerzas de seguridad de los Estados miembros para "evitar, combatir e investigar actos terroristas así como otros crímenes graves" e impedirá el fraude a la hora de obtener visados. Al mismo tiempo, garantizará una "protección sólida" de los datos personales.
La transferencia de datos a países terceros u organizaciones internacionales sólo se llevará a cabo en casos excepcionales de urgencia y exclusivamente para prevenir atentados terroristas u otros crímenes graves. Para ello se deberá contar con el consentimiento del Estado miembro que introdujo los datos en VIS.
Los datos se guardarán por un máximo de 5 años. Como resultado de las negociaciones con el Parlamento, se ha añadido un párrafo que exige que se respete "la dignidad humana y la integridad" de las personas a las que se solicitan los datos. Su uso en ningún caso puede llevar a la discriminación de los solicitantes por razones de sexo, origen racial o étnico, religión, discapacidad u orientación sexual.