BRUSELAS, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha respaldado el acuerdo que firmaron en 2005 el Ministerio de Medio Ambiente y del Gobierno de las Islas Baleares para construir una planta desalinizadora en Alcudia y consideró válidos los estudios de impacto medioambiental que se han realizado ante este proyecto que, en su opinión, no viola las directivas comunitarias sobre ecosistemas.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, respondió así al eurodiputado de ERC, Bernat Joan i Marí, que en una pregunta parlamentaria enumeró los posibles perjuicios que esta desaladora tendría para la fauna y la flora del terreno en el que se situará. Según Joan i Marí, el proyecto tendrá "repercusiones extremadamente serias para el medio ambiente", entre ellas que "se han talado 7.000 metros cuadrados de bosques de robles y pinos y se han vertido toneladas de tierra y piedras en el pantano de Maristany".
En su opinión, el proyecto "incrementará el precio del agua, los costes de la energía y las emisiones de CO2" y afectará a zonas protegidas por la legislación comunitaria como la Bahía de Alcudia, el parque nacional de S'Albufera y otros territorios que están protegidos por las directivas de hábitats y de aves.
Frente a estas advertencias, Dimas respaldó un proyecto para el que Bruselas aprobó en diciembre de 2005 una ayuda financiera de 12.882.956 euros del Fondo de Cohesión y afirmó que "las autoridades españolas, de acuerdo con la ley española, han hecho un completo estudio de impacto medioambiental". Añadió que estos estudios recogen también los "posibles efectos" del proyecto en áreas de la red Natura 2000, así como las "medidas para mitigarlos".
"Teniendo en cuenta el contenido del la declaración (de impacto) y las medidas previstas, la Comisión no tiene evidencias para asumir que la integridad del lugar se vea afectado negativamente por el proyecto, y no puede declarar que las provisiones de la directiva 92/43/ECC (sobre preservación de hábitats naturales) no esté siendo respetada", concluyó Dimas.
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