BRUSELAS, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El eurodiputado de Izquierda Unida (IU), Willy Meyer, presentó hoy una pregunta escrita a la Comisión Europea en la que llama la atención sobre los "reiterados incendios" que en los últimos años se han producido en el campo de tiro militar de Cerro Muriano, en Córdoba, a causa proyectiles que no explotaron cuando fueron lanzados durante las prácticas militares, y reclama que se adopten medidas para impedir que se produzcan nuevos fuegos.
Meyer preguntó al Ejecutivo comunitario si tiene conocimiento de los incendios en esta zona forestal cordobesa y si piensa recabar información sobre las investigaciones de las autoridades españolas para establecer la causa de estos fuegos. Además, le pidió que confirme si en el campo de tiro de Cerro Muriano se respeta la normativa europea en materia de seguridad y medioambiente y que, de no ser así, tome medidas para exigir su cumplimiento.
Finalmente, reclamó a Bruselas que explique si piensa emprender alguna iniciativa para garantizar el cumplimiento en los campos de tiro y prácticas militares situados en zonas ZEPA (zonas de especial protección para las aves) de la directiva comunitaria sobre conservación de las aves silvestres.
Willy Meyer recordó que entre 2001 y 2007 se produjeron 15 incendios forestales en las inmediaciones del campo de tiro de Cerro Muriano y que el último de ellos, que tuvo lugar a finales de agosto, devastó más de 4.000 hectáreas según la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Además, para dejar claro que no se trata de un caso aislado, el eurodiputado de Izquierda Unida se refirió también a otros incendios producidos a causa de maniobras militares en lugares como el monte Teleno (León), donde se quemaron 4.800 hectáreas en 1998 y 5.900 hectáreas en 2005, de las cuales 2.400 pertenecían a una zona ZEPA.
El eurodiputado asegura que, "según el director general de Medio Natural del Gobierno andaluz todos estos fuegos tuvieron su origen en la explosión de proyectiles que no explotaron cuando fueron lanzados durante las prácticas militares, y que lo hicieron en verano debido a las altas temperaturas".
Por último, Meyer incidió en "el peligro que encierra un campo de tiro con presencia de proyectiles sin explosionar, vedado al acceso del personal civil de extinción y rodeado de espacios naturales de alto valor ecológico y ambiental".
