MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Tratado de la Unión Europea sentará las bases para avanzar y permitirá que quede atrás en los próximos meses la crisis institucional creada por el rechazo al anterior texto constitucional, ya que simplifica la representación exterior de la UE y supone un uso más eficaz de los recursos de la misma, según declaró en la tarde de ayer el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, en el curso de una ponencia titulada 'Algunas reflexiones sobre la actualidad internacional' y pronunciada durante un acto del real Instituto Elcano.
Tras destacar que la Unión "ha estado presente en escenarios difíciles" y que ha jugado un papel relevante en el marco internacional, Solana consideró que "hay una forma europea de hacer las cosas". Sin embargo, reconoció la "dificultad de continuar con el actual sistema institucional y normativo", por lo que se mostró esperanzado en las aportaciones del futuro Tratado.
El que la Unión Europea tenga una política exterior y de seguridad va a seguir siendo un proceso "largo" y "complejo", puesto que son 27 Estados los que la forman y el consenso "sigue siendo la base de cualquier acción".
Los principales retos que en opinión de Solana deberá enfrentar la Unión Europea en el futuro próximo serán el de liderar la "construcción de un auténtico y eficaz sistema multilateral", definir sus intereses como Unión, actuando en función de éstos en el exterior, y redefinir cómo proyectar al exterior los "valores irrenunciables" sobre los que basa su sistema político. Unos valores de los que, sin embargo, no se puede dar por sentado que el resto de la humanidad los considera universales, sino que deben ser "proyectados" porque imponerlos, apuntó, "sería una temeridad".
En este sentido, Solana puso el ejemplo del Tribunal Penal Internacional y la abolición de la pena de muerte. Dos ejemplos iniciados en Naciones Unidas a propuesta europea y, dijo, con el escepticismo de muchos países. Tras negociar "con todos" y madurar las propuestas se "hicieron transacciones sin renunciar a lo fundamental", valoró Solana.
RUSIA, SOCIO ESTRATÉGICO
El Alto Representante señaló que la importancia de la relación de la Unión Europea con Rusia, uno de los vecinos más importantes, pero también un "socio estratégico", sin el que no se pueden resolver cuestiones importantes.
En este sentido, calificó la relación de "difícil" y apuntó que probablemente sea la "asignatura pendiente de más entidad que tiene en estos momentos la acción exterior de la Unión".
Para Solana el caso de las relaciones con Rusia es uno de los ejemplos que ilustran el desafío que supone definir los intereses de la UE frente al exterior, y que pasa por fijar cuáles son aquellos intereses europeos "que no son simplemente los de algún o algunos Estados miembros, sino algo cualitativamente diferente".
