UPyD guarda un minuto de silencio en homenaje a víctimas de ETA y del "dedo inquisidor del odio nacionalista"

La formación de Rosa Díez arremete contra el nacionalismo por hacer que "asesinos y víctimas comparten placa y monolito"

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 20 febrero 2009 15:26
BILBAO, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Unión, Progreso y Democracia (UPyD) guardó hoy un minuto de silencio y colocó un ramo de flores en el monolito de Parque de Doña Casilda como homenaje a las víctimas de ETA, muchas de las cuales, según dijeron, han sido "señaladas con el dedo inquisidor del odio nacionalista".

Acompañada por otros candidatos de la formación, la cabeza de lista por Bizkaia, Lydia Brancas, leyó un comunicado en el que UPyD recordó que durante más de tres décadas, "decenas de miles de personas de todo tipo y condición han sido víctimas de la violencia política en el País Vasco, en la España democrática y constitucional".

Según indicó, "miles de ellas, han sido asesinadas o mutiladas, secuestradas y chantajeadas, pero muchas más, señaladas con el dedo inquisidor del odio nacionalista, se han visto obligadas a abandonar sus trabajos o negocios y cambiar de residencia, y con ellos sus familias".

A su juicio, se trata de personas "cumplidoras de sus deberes cívicos y morales, personas con su vida por delante, a los que la violencia política de ETA, su sistemático uso del terror sobre toda la sociedad, esencialmente a los no nacionalistas, para atemorizarlos y conseguir sus fines, ha acabado con su vida normal".

Para UPyD, han sido las víctimas del terrorismo "las que han sufrido, en nombre y representación de la toda la sociedad democrática", los daños directos de la acción terrorista, por lo que consideró que existe una "deuda social y de gratitud y reconocimiento", que exige, que no se les aparte de las cuestiones que les afectan.

La formación liderada por Rosa Díez aseguró que "hasta hace pocos años", las víctimas debieron soportar "el sufrimiento añadido de una fomentada culpabilización social", dado que, según se decía, "si eran asesinadas, tiroteadas, dinamitadas, secuestradas o extorsionadas sería porque algo habrían hecho". Para ellos, policías, políticos no nacionalistas, periodistas, sacerdotes, empresarios, funcionarios o paseantes y niños que jugaban en el lugar no adecuado "han sido, y siguen siendo, víctimas de lo que el nacionalismo en su conjunto llama 'el conflicto'".

VERGONZOSO VELO

UPyD aseguró en su manifiesto que actualmente se ha extendido "de nuevo un vergonzoso velo", dado que el nacionalismo engloba a "todas las víctimas en un solo sudario", por lo que "asesinos y víctimas comparten placa y monolito", mientras "las víctimas vivas siguen despojadas cada día de su libertad y derechos constitucionales y las fallecidas de su dignidad".

Para ellos, no se trata "como hace el Lehendakari huyendo escandalosamente de su responsabilidad", de pedir a ETA que abandone las armas, sino de que el Gobierno vasco y su administración "cumplan con su función y garanticen el cumplimiento de la Constitución también en Euskadi".

Según dijeron se trata de utilizar todos los recursos del Estado contra el terrorismo, "empezando por disolver los ayuntamientos gobernados por organizaciones instrumentales de ETA y poniendo en marcha una actuación eficaz de la Ertzaintza para infiltrarse en sus organizaciones, desarticular sus comandos y proporcionar información básica a jueces y fiscales".

A su juicio, las organizaciones vinculadas a ETA deben ser expulsadas de todas las instituciones, para que no dispongan de censos, ni ayudas, ni información preferente y para "cortar sus vías de financiación" y que no puedan manejar "presupuestos públicos, ni recibir fondos del Estado.

Pidieron también que se acabe con lo que consideran "las muestras de simpatía y comprensión que se regalan a ETA desde la propia EITB", garantizando una educación en "valores cívicos que muestre con claridad quienes son las víctimas y quienes son los verdugos".

"Se trata -continuaron- de no confundir más a la sociedad vasca ante la clara ilegalización por actuaciones terroristas del mundo de ETA, con la ilegalización de 'las ideas' de una supuesta izquierda abertzale" y de que "no puedan decidir el futuro de la comunidad quienes hacen del crimen su herramienta política".

Para UPyD se trata también de que los poderes públicos utilicen "de una vez las poderosas armas del Estado de Derecho para acabar con la última banda terrorista de Europa" y "en definitiva de la libertad, que sólo puede ser obtenida por la voluntad de cumplimiento de la ley, y que será el mayor homenaje que podamos procurar acabando con tantos años de infamia".

En ese sentido, los candidatos de UPyD aseguraron que su compromiso incluye especialmente su "inquebrantable voluntad de que nunca, jamás, los victimarios tengan mejor consideración que las víctimas, y que nunca, nunca, el sufrimiento de las víctimas se olvide y se les diga que su sacrificio hay que olvidarlo y conceder, capacidad de decisión política a los terroristas y a su entorno e intereses".

La formación de Rosa Díez aseguró que "no se trata de una promesa electoral", sino de una "convicción moral", y un "compromiso ético" por el que UpyD muestra todo su "apoyo y consideración a los que más han sufrido y sufren, símbolos de la justicia, la libertad y la democracia".

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