Uriarte dice que se debe renunciar a algunas aspiraciones para una paz política que prepare una reconciliación

Actualizado: sábado, 12 enero 2008 15:11

El obispo cree que "la esperanza colectiva de mutuo entendimiento en el terreno político está enferma en nuestra sociedad"

SAN SEBASTIAN, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, cree que "hará falta que todos los actores tengan la magnaminidad y el realismo de renunciar a una parte de sus aspiraciones incluso legítimas en aras de una paz política que prepare una reconciliación". "El perdón pedido y otorgado es un elemento necesario para esta reconciliación", añade.

En una entrevista en la revista franciscana 'Arantzazu', recogida por Europa Press, indica que "la esperanza colectiva de muto entendimiento político está enferma en nuestra sociedad" tanto dentro de la comunidad autónoma vasca como con las demás del Estado español.

El obispo subraya que los atentados de ETA le producen "indignación moral", al tiempo que considera que la banda terrorista debe "cesar incondicionalmente, unilateralmente y definitivamente".

A su juicio, "los caminos de la paz están, al día de la fecha, cerrados". Uriarte considera que no tiene "ninguna competencia especial para señalar a todos los responsables de este bloqueo que tanto ha minado el ánimo vital de este pueblo", pero se resiste a pensar que "sea un colapso fatal por mucho tiempo".

El prelado de San Sebastián apunta que "contribuir a sostener la esperanza de debilitada" de la sociedad vasca es "hoy y aquí, misión de la comunidad cristiana y de sus dirigentes" ya que, según dice, "es la esperanza colectiva de mutuo entendimiento en el terreno político la que está enferma en nuestra sociedad".

INCOGNITAS

Preguntado por si ve alguna salida próxima a la pacificación en Euskadi, el Obispo considera que en este momento hay "demasiadas incógnitas para predecir luces y salidas" y que va a depender de cómo se despejen las mismas.

Por último, ante la proximidad de su "jubilación" como obispo al cumplir 75 años, Uriarte asegura que "nadie sabe el tiempo exacto" que durará aún su ministerio en esta diócesis en la que reconoce que le han hecho "sufrir" algunas "descalificaciones insultivas" y los "obstáculos a la paz".

"Al ser enviado a ella me propuse dos objetivos: cultivar su fe y promover la paz. No soy capaz de valorar resultados. Sé que he puesto y pondré mi empeño en este doble campo", concluye.