Urkullu defiende una "revisión crítica del pasado" para generar "confianza" y crear puntos de encuentro

Iñigo Urkullu
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 31 octubre 2015 14:45

Afirma que la IA tiene una "responsabilidad específica" porque "la violencia de ETA requiere una valoración expresa del daño generado"

SAN SEBASTIÁN, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha resaltado la importancia de compartir un proceso de revisión crítica del pasado "con sinceridad" para crear puntos de encuentro y favorecer la convivencia. En ese sentido, ha enfatizado que "el pasado nos duele y nos divide, este es el principal escollo, es fuente de desconfianza política". Por ello, ha remarcado la necesidad de "decirnos cosas que generen confianza política y compartir un compromiso básico".

Urkullu ha realizado estas afirmaciones en la clausura de las jornadas "Los valores de la autocrítica" que se han celebrado en el Museo San Telmo de San Sebastián, donde ha estado acompañado del consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, y del alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, entre otras personalidades.

En su intervención, el lehendakari ha señalado que en el contexto actual de construcción de una "paz justa y duradera" la sociedad avanza con "paso irreversible" hacia la normalización de la convivencia y ha resaltado que la actitud autocrítica es "sinónimo de responsabilidad y madurez" y supone una herramienta que puede "jugar un papel decisivo para desatar algunos de los nudos que dificultan la convivencia". A su juicio, "compartir un proceso de revisión crítica del pasado puede favorecer la creación de puntos de encuentro".

De este modo, ha recordado que la autocrítica "no es algo nuevo" ya que los gobiernos anteriores "han realizado una autocrítica expresa por la actitud mantenida ante las víctimas" y es algo que las instituciones vascas "vienen practicando desde hace varias legislaturas y está recogida también en el Compromiso Batera aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado 22 de septiembre".

Sin embargo, ha considerado "necesario profundizar en esta línea" con "una actitud de leal sinceridad y sobre unas bases firmes". En ese sentido, ha señalado que el ejercicio de revisión crítica del pasado "siempre está referida a las vulneraciones de derechos humanos y no tiene que ver con apuestas ideológicas o aspiraciones políticas".

"DÉFICIT IMPORTANTE"

Además, ha insistido en que en la reflexión crítica sobre el pasado existe "un déficit importante" ya que, si bien existe un acuerdo general en reconocer el daño generado por el Batallón Vasco Español, el GAL o los abusos policiales, "el problema está en que no todos están de acuerdo en reconocer la injusticia de los asesinatos cometidos por ETA". "La izquierda abertzale tiene una responsabilidad específica, la violencia de ETA requiere una valoración expresa del daño generado", ha manifestado.

El lehendakari ha considerado que la autocrítica es "un proceso en el que todos estamos invitados a participar, cada cual en el marco de su diferente responsabilidad" y que esta "no se impone, se elige de forma libre y voluntaria". "Tiene un carácter unilateral, no se negocia con la autocrítica de otros", ha destacado, al tiempo que ha incidido en que "es una propuesta que requiere decisiones políticas".

A su entender, "afrontar un proceso de autocrítica con sinceridad y generosidad es una decisión política" y esta iniciativa "repara en alguna medida el daño injusto provocado a las víctimas, genera confianza y acerca a quienes están alejados, ayuda a cerrar heridas y dejar atrás odios o rencores, contribuye a facilitar los procesos de reinserción, tiene alto valor educativo, y representa un punto de encuentro para la convivencia porque une pasado, presente y futuro".

"El pasado nos duele y nos divide. Este es el principal escollo. Es fuente de desconfianza política. Necesitamos decirnos cosas que generen confianza política y compartir un compromiso básico y lo necesitamos también ahora en un momento en el que propuestas políticas institucionales pueden haber confundido también la propia realidad y sustentos de los acuerdos existentes", ha manifestado.

Tras recordar que en Irlanda del Norte "también sintieron esta necesidad", ha insistido en que "también necesitamos compartir un compromiso de clarificación del pasado que genere confianza" y ha planteado compartir cuatro principios básicos para "seguir avanzando juntos en este camino", como son "rechazar cualquier forma de legitimación de la violencia de ETA, no aceptar la minimización de las violaciones de derechos humanos de otros signos, descartar cualquier justificación compensatoria entre violencias y evitar la discriminación entre víctimas".