En los últimos seis años, las industrias se han reducido a la mitad mientras proliferan las cooperativas subvencionadas por el Estado
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un análisis del Real Instituto Elcano advierte de la excesiva dependencia del gasto público que tiene un modelo productivo como hacia el que camina Venezuela, donde se destruyen industrias y proliferan las cooperativas.
Según el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, Leonardo V. Vera, firmante del documento, el número de plantas industriales en Venezuela se ha reducido "a la mitad" en los últimos seis años.
Para Vera, esto "explica el estancamiento" de las exportaciones no petroleras y el "creciente" déficit comercial que exhibe el sector, "cercano ya a los 22.000 millones de dólares".
A pesar de la "bonanza" de recursos petroleros que vive Venezuela, la mayor de las últimas tres décadas, el país camina hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo que, a juicio del autor, vislumbra "grandes dificultades".
Entre ellas, las generadas por una 'economía alternativa' formada por miles de cooperativas que se mantienen gracias a los contratos con el Estado, con lo que quedan "a merced de las oscilaciones del gasto público" y se "desincentiva la innovación y la competencia".
El autor admite que las cooperativas constituyen una "muy buena opción" para resolver problemas locales cuando existen mercados incompletos, estacionales o fallos del Estado, pero "no hay ninguna experiencia de desarrollo económico en el tercer mundo basada fundamentalmente" en este tipo de organizaciones.
En el caso de Venezuela, el análisis considera que "prevalece la improvisación", a decir por el crecimiento "febril" de este sector. Las cooperativas, en este país, no pagan impuestos y reciben financiación del Estado en condiciones blandas, lo que, a su juicio, genera "todo tipo de incentivos para el oportunismo"
En definitiva, resume, "todo descansa en un Estado fortalecido financieramente por los ingresos petroleros que hace poco para consolidar un sector industrial capaz de responder a los retos de un mundo globalizado".
El autor destaca en su análisis algunos datos que reflejan la expansión económica del país, como el crecimiento medio del Producto Interior Bruto de los últimos 12 trimestres a un 12%, con aumentos aún mayores del gasto público y del consumo privado.
En este sentido, el profesor subraya cómo el consumo público y privado ha desbordado la capacidad local de producir bienes y servicios, por lo que las importaciones se han triplicado entre 2003 y 2006.
El autor concluye que el nuevo modelo de desarrollo productivo en Venezuela, si bien parece una respuesta atractiva frente a la exclusión social al requerir poco capital, "corre el riesgo de consolidar un tejido de empresas movidas mucho más por un afán clientelar que por un espíritu de innovación y de incremento de la competitividad".
