PALMA DE MALLORCA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Movilidad y Ordenación del Territorio, Biel Vicens, anunció hoy que el metro de Palma no podrá funcionar, como mínimo, hasta el próximo mes de abril de 2008, ya que la segunda fase del estudio sobre las deficiencias del suburbano han revelado la existencia de "graves problemas" en la red de saneamiento del Polígono de Son Castelló, una zona que precisa de actuaciones para incrementar su capacidad de drenaje y permitir así la puesta en marcha de la línea en condiciones de total seguridad.
Así lo informó hoy en una rueda de prensa, donde dio a conocer los resultados de la segunda fase de la Auditoría del metro, encargada por el Govern tras las inundaciones de la línea del suburbano el pasado mes de septiembre, que provocaron el cierre indefinido del servicio desde el día 22 de septiembre.
Vicens detalló que la primera parte del informe detectó "deficiencias graves de tipo variado", con incorrecciones arquitectónicas, estructurales, de diseño y de explotación, fruto en muchos casos de "modificaciones sobre el proyecto original".
El conseller explicó que esta segunda fase ha revelado una serie de problemas, como las inundaciones producidas por la falta de drenaje, en la estación de Son Sardina, o por drenaje insuficiente, en las paradas de Polígono de Son Castelló y Jacint Verdaguer. Asimismo, detalló problemas estructurales, como el del forjado de Jacint Verdaguer, deficiencias en los equipos de seguridad de los túneles y problemas de impermeabilización en la Estación Intermodal.
En este sentido, el conseller destacó que los tres primeros problemas afectan a la puesta en marcha del metro, ya que se trata de obras "largas y costosas" mientras que las deficiencias relacionadas con la impermeabilización de la Intermodal no dificultan el restablecimiento del servicio.
Así, Vicens destacó que el principal problema se encuentra en el Polígono Son Castelló y explicó que durante la ejecución de las obras se produjo una modificación de la solución de drenaje contemplada en el proyecto adjudicado, sustituyéndose una tubería en la que se proyectaba conectar la red unitaria de saneamiento del Polígono, algo que finalmente no se hizo.
"Esta modificación supuso una importante disminución de la capacidad contemplada inicialmente en el proyecto" señaló Vicens, quien recalcó que se ejecutaron, además, una serie de actuaciones que empeoraron las condiciones hidráulicas de la red "y que no aparecen justificadas".
Sobre este aspecto, Vicens señaló la "especial dificultad" que entrañan las obras en esta zona y recalcó que la ejecución de las mismas "es imprescindible" para asegurar la correcta explotación de la línea de metro y el adecuado reestablecimiento del servicio. "No se reestablecerá el funcionamiento de la línea hasta que estas obras estén finalizadas" sentenció el conseller.
LA INDIGNACIÓN DE VICENS
Tras detallar el listado de deficiencias, Vicens manifestó que la auditoría ha demostrado "que hubo modificaciones del proyecto original que fueron un desastre" porque, según afirmó, "hubo lugares en los que no se previno la falta de drenaje y si se detectó no se resolvió". Al tiempo, señaló que el suburbano se puso en marcha sin un incremento de plantilla y con otras deficiencias "notables".
A su juicio, la puesta en marcha del metro "fue una auténtica irresponsabilidad" ya que, según sus estimaciones, a la infraestructura le faltaba por lo menos un año para estar finalizada en condiciones óptimas. "Hacerse una foto ha costado a todos los ciudadanos muchos dolores de cabeza", manifestó.
"Estoy indignado por tener que haber puesto en marcha todos estos informes que nos están confirmando todo aquello que temíamos y porque los responsables políticos que había antes, y sobre todo me refiero la ex consellera de Obras Públicas, Mabel Cabrer, han dado como única excusa que se trata de cuatro goteras y que se arreglaba en una semana", sentenció.
En su opinión, ese tipo de declaraciones "insultan la inteligencia de los ciudadanos" y manifestó que "ya es hora de que los responsables hagan políticamente algún gesto de dar explicaciones" a los problemas del metro, que según afirmó, "han sido un auténtico escándalo". "Un gesto significa no echar la culpa a las empresas contratistas, a pesar de que todos tienen su parte de responsabilidad", mantuvo.
Sobre esto, Vicens se preguntó que "cómo es posible que 23 empresas se equivoquen y todas hayan tenido problemas de ejecución", al tiempo que sostuvo que los ciudadanos merecen que políticamente "se diga algo más inteligente que que el problema fueron cuatro goteras".
"Los ciudadanos tendrán un metro, que tendrá problemas que subsistirán porque hay cosas que no se pueden cambiar, pero estoy seguro que con el trabajo que se hace y las soluciones que se dan, estará a la altura de lo que merecen los ciudadanos de Palma", concluyó.