Actualizado: viernes, 3 julio 2015 19:21

PAMPLONA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

Tres pollos de quebrantahuesos nacidos este año en el Pirineo navarro han sido marcados en las alas para poder seguir la evolución y el uso del espacio de esta especie en peligro de extinción una vez que se alejen de su zona de origen.

Los tres pollos tienen nombre: Betizu, Ezka y Sorgin. El mayor de ellos, Ezka, ya ha emprendido el vuelo tras cuatro meses de permanencia en el nido y se empieza a dispersar por el territorio familiar. Los otros dos volarán en fechas próximas.

Las marcas que se les han implantado incluyen diferentes colores y una combinación alfanumérica para cada individuo, lo que permite su lectura a distancia mediante una red de observadores repartidos por todo el Pirineo, ha explicado el Gobierno navarro en un comunicado.

Para el marcaje establecido por personal técnico del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local se contó con apoyo del Guarderío Forestal de las demarcaciones de Roncal/Salazar y de Aoiz.

Gracias al seguimiento continuo que estas demarcaciones realizan de la reproducción de la especie, a partir de la fecha de eclosión de los pollos se determinó el momento óptimo de la actuación, además de las vías de aproximación más adecuadas a las paredes rocosas donde nidifica el quebrantahuesos.

Así, un equipo del Guarderío Forestal, especializado en escalada, realizó el descenso al nido y la captura de los diferentes ejemplares. El marcaje, medición y toma de muestras (sangre y plumas, principalmente) se realizó por parte de una empresa especializada en trabajos con rapaces amenazadas. Una vez finalizada esta labor, los pollos fueron devueltos inmediatamente al nido.

Esta iniciativa se une a otras actuaciones realizadas por el Gobierno de Navarra para determinar las áreas más frecuentadas, los puntos de concentración de individuos, la dispersión en la edad juvenil, el uso de fuentes de alimentación y el establecimiento de los territorios de cría. La más reciente fue la efectuada el pasado mes de abril en que se radio-equipó a 'Kiriku', uno de los diez ejemplares adultos que existen en la Comunidad foral.

DIEZ EJEMPLARES ADULTOS EN NAVARRA

El quebrantahuesos (Gypaëtus barbatu L) es una variedad de buitre que se alimenta de huesos y cartílagos de cadáveres de animales. Se va estableciendo en los territorios a partir de los cuatro años de edad y suele iniciar la cría a los ocho o diez. Un proceso largo durante el que puede atravesar buena parte de la cadena pirenaica hasta establecerse en su territorio de nidificación propio.

En tiempos ocupó todo el territorio montañoso de la Península Ibérica. A partir del siglo XIX comenzó un proceso de regresión, que se ha acelerado hasta ahora, en el que la especie está relegada a la Cordillera Pirenaica. La especie está declarada en peligro de extinción tanto en el Catalogo de Especies Amenazadas de Navarra como del resto de España.

En Navarra ha sufrido un proceso histórico de retroceso, paralelo al ocurrido en el resto del Pirineo. Existe una población adulta reducida de jóvenes que se dispersan por los valles pirenaicos y, ocasionalmente, se desplazan a otras zonas de la Montaña.

El número de parejas adultas en la Comunidad Foral se cifra en cinco (diez ejemplares) de las que no todos nidifican cada año. Esta área de cría supone el núcleo más occidental de la población pirenaica.

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