PAMPLONA 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Baluarte de Pamplona ha acogido este miércoles el inicio del XXIV Congreso Estatal de Voluntariado, bajo el lema 'El pulso que nos une, la inteligencia que nos mueve', que aborda el papel "transformador" y de "cohesión" del voluntariado.
En la sesión inaugural han intervenido la secretaria de Estado de Derechos Sociales, María Rosa Martínez; el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad del Gobierno de Navarra, Félix Taberna; el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron; y Saturnino Peña, de la Junta Directiva de la Plataforma Estatal de Voluntariado.
Según María Rosa Martínez, el voluntario transformador necesita "un enfoque y una actividad de por sí transformadoras", si bien es necesario reflexionar "desde qué lugar queremos transformar". A su juicio, la transformación debe venir "de la defensa de los valores democráticos, de la defensa de los derechos humanos, de la justicia social".
"Cuando el voluntariado articula estos tres ejes como herramienta transformadora se convierte en motor de cohesión, en motor de innovación, y lo que hace es impulsar una ciudadanía activa. ¿Y qué hacen estos tres elementos? Construir redes comunitarias", ha indicado, tras añadir que esa "es una de las herramientas más transformadoras que tenemos".
Sin embargo, ha advertido de que el voluntariado "no puede sustituir a las políticas públicas" ni a los profesionales. "El valor del voluntariado es tejer redes, es construir relaciones personales", ha subrayado. Martínez ha apostado por "reflexionar sobre la dimensión colectiva del voluntariado", ya que "ayudar a una persona tiene valor en sí mismo, por supuesto", pero "ser parte de algo más grande" es "importante". En esta línea, ha considerado que un voluntariado "organizado, formado", con "objetivos claros de transformación, valores compartidos", es "la línea para construir y para aportar más".
Por su parte, Taberna ha destacado que la palabra voluntariado "viene del concepto voluntad, y querer es poder". A su juicio, el voluntariado tiene varias "dimensiones de transformación social", como personal, colectiva, o de la realidad social. Según Taberna, "la sociedad no es la suma de los individuos, una sociedad es la relación entre las diferentes personas".
"Y por lo tanto hay que ser empáticos, las políticas deben ser empáticas, las relaciones personales también deben ser empáticas y, en la medida de lo posible, simpáticas. Por lo tanto, esa dimensión colectiva de lo social es muy clave dentro del voluntariado", ha subrayado, tras añadir que a nivel personal, con el voluntariado se "recibe más" de lo que se da. A su juicio, "es necesario hacer una arquitectura del voluntariado", y ha esperado que este congreso estatal sea "un paso adelante para estar más coordinado, más en plataforma y sobre todo ser más eficaces".
Por su parte, Asiron ha remarcado que "hablar en esta tierra de voluntariado y de trabajo comunitario tiene nombre y apellido, y es hablar del auzolan", una "institución tradicional muy antigua, que existe al menos desde el siglo XVI, y que se definiría como el trabajo vecinal", algo "sumamente arraigado". "Hoy, en cambio, parece que las grandes tendencias sociales son las contrarias: la del individualismo, que al final lleva consigo desarraigo, brecha generacional, soledades no deseadas, etc. Es un desenfoque, porque el ser humano, por definición, somos interdependientes. Y no es cierto que la sociedad se divida entre ayudadores y ayudados: todos, todas, en algún momento de nuestra vida vamos a necesitar de ayuda y va a ser la comunidad la que va a venir a rescatarnos", ha manifestado.
También Asiron ha coincidido en que el voluntariado "no sustituye" a los servicios públicos, pero sí "los complementa". "Si queremos construir ciudades habitables, ciudades socialmente cohesionadas y sociedades que, en definitiva tengan un futuro, sí o sí vamos a necesitar de lo comunitario y del voluntariado", ha subrayado.
Asiron ha esperado que el congreso "aporte inspiración y compromisos". "Inspiración porque puede ser un marco de aprendizaje inmejorable, tanto por el plantel de expertos, como también por compartir experiencias e inspirarnos unos y las otras. Y compromisos para reconocer, por ejemplo, que hacen falta marcos estables entre administración y entidades sociales, reconocer que hace falta una dignificación del trabajo de voluntariado y evitar su precarización, y reconocer también que el voluntariado, y la comunidad en general, es esa estructura que puede salvar a la sociedad", ha manifestado.
Saturnino Peña, por su parte, ha afirmado que "en un mundo marcado por la desazón de que no existen certezas amables, el voluntariado es la mirada que acoge y acompaña, y también la palabra que reconforta y da serenidad". A su juicio, el voluntariado es "una poderosa herramienta de transformación social que efectivamente complementa los servicios públicos". "Y lo complementa desde ese enfoque de derechos humanos, desde reivindicar la humildad de las personas, de buscar la cohesión social", ha dicho.
También ha destacado el "enfoque colectivo" del voluntariado, el cual "no tiene un carácter espontáneo". "Para que sea eficaz, para que pueda responder a los retos del siglo XXI, tiene que estar organizado", ha comentado. Ha considerado Peña que este congreso "es una oportunidad única y maravillosa para debatir, reflexionar, compartir, conocernos", y "la riqueza de los temas también es un éxito". Según ha añadido, "todo ese conocimiento colectivo que el voluntariado tiene, y que es transformador, y que tiene ese enfoque de derechos humanos, es una oportunidad para seguir enriqueciendo y para seguir creciendo en la búsqueda de una sociedad más justa".