PAMPLONA 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
En torno a las 02.00 horas de la madrugada de hoy desconocidos cortaron las contrapesas de la catenaria en el punto kilométrico 221,8 de la línea férrea Pamplona-Vitoria a un kilómetro de Alsasua. El segundo sabotaje ocurrió a las 10.30 horas, con el corte de las contrapesas de la catenaria situada en el punto kilométrico 228,5 de la vía férrea Pamplona-Vitoria a dos kilómetros de Bacáicoa. Ambos sabotajes ocasionaron trastornos en las vías.
El primer sabotaje afectó a dos trenes ya en marcha. En el de pasajeros Barcelona-Irún, los usuarios fueron trasladados desde Pamplona hasta el punto de destino en autobuses. Y el de mercancías Martorell-Irún, que quedó bloqueado a las 02.00 horas en el apeadero de Alsasua y reanudó la marcha a las 05.00 horas mediante el acoplamiento de una máquina diésel, quedando así el servicio ferroviario reestablecido por completo a las 07.17 horas, según informaron a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra.
El segundo sabotaje, se confirmó a las 10.30 horas cuando miembros de seguridad de Adif acreditaron que la desconcentración eléctrica que se había percibido una hora antes, se debía al corte de las contrapesas de la catenaria situada en el punto kilométrico 228,5 de la vía férrea Pamplona-Vitoria a dos kilómetros de Bacáicoa.
Se estima que la reparación se alargará hasta las 14.00 horas de este mediodía y sólo está afectado por el momento el Altaria Madrid-Irún, que será desviado en Castejón vía La Rioja.
En ambos casos la Guardia Civil se hizo cargo de las diligencias y considera estos ataques actos de la denominada 'kale borroka'. Los agentes de la benemérita están analizando los restos encontrados y están recogiendo testimonios para averiguar el paradero de los autores de estos sabotajes.
Desde la Delegación del Gobierno manifestaron su "rotunda condena" y mostraron su "solidaridad con las entidades y los pasajeros afectados". Además sostuvieron que estos actos "de la denominada violencia callejera son totalmente inútiles a los efectos de intentar amedrentar a la sociedad y no generan más que un perjuicio absolutamente estéril".
Afirmaron también que seguirán firmemente con "el compromiso que las fuerzas y cuerpos de la seguridad del estado en la persecución de los violentos y así ponerlos a disposición judicial". Y enfatizaron en que "quienes han protagonizado estos ataques también acabarán detenidos como los alrededor de 500 presuntos miembros de ETA y de su entorno arrestados en los últimos cuatro años".