De izquierda a derecha, Marina Sagaseta, Pablo Cebrián, el vicepresidente Félix Taberna y Sandra Eraso, en la presentación de las proyecciones de Nastat hasta 2039. - IÑIGO ALZUGARAY / GOBIERNO DE NAVARRA
PAMPLONA 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
La esperanza de vida en Navarra seguirá creciendo en los próximos años. Según las proyecciones del Instituto de Estadística de Navarra (Nastat), las mujeres alcanzarán los 88,2 años y los hombres los 83,3 dentro de catorce años, lo que supone un incremento de 1,7 y 1,4 años, respectivamente, con respecto a los últimos datos disponibles correspondientes a 2023. Estos datos confirman una tendencia continuada de mejora en la longevidad, la salud y la calidad de vida de la ciudadanía navarra.
Así lo ha anunciado el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad del Gobierno foral, Félix Taberna, en la rueda de prensa ofrecida junto al director de Nastat, Pablo Cebrián, y la jefa de Sección de Producción Estadística, Sandra Eraso.
Taberna ha subrayado "la importancia de estas proyecciones demográficas para anticipar las necesidades de la población y orientar las políticas públicas en ámbitos clave como los servicios sociales, las pensiones, la sanidad o el empleo, con el objetivo de garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible".
Asimismo, ha recordado la reflexión de Séneca: "No hay viento favorable para quien no sabe adónde va" para enfatizar que toda acción pública requiere orientación estratégica. A partir de esa idea, ha defendido que "Navarra debe avanzar hacia un modelo de gobernanza anticipatoria, capaz de prever escenarios futuros y diseñar respuestas estructurales con visión a largo plazo".
INCREMENTO DE LA LONGEVIDAD
La esperanza de vida en Navarra continuará al alza durante la próxima década. Según las proyecciones del Nastat, las mujeres alcanzarán los 88,2 años y los hombres los 83,3 en 2037. El vicepresidente Taberna ha subrayado que "Navarra ha logrado en las últimas décadas uno de los grandes hitos de cualquier sociedad avanzada: aumentar la esperanza de vida de su ciudadanía hasta niveles inéditos en nuestra historia". Además, ha destacado que "este incremento no solo implica vivir más años, sino vivirlos mejor, con mayor bienestar, autonomía y salud".
El informe incorpora además otro elemento relevante: la reducción de la brecha entre mujeres y hombres en esperanza de vida. La diferencia pasará de 5,2 años en 2023 a 4,9 en 2037, debido al mayor avance previsto en la longevidad masculina. También aumenta la esperanza de vida a los 65 años, que llegará a los 21,0 años para los hombres y a los 24,9 para las mujeres.
Para Taberna, estos datos constituyen "un claro indicador de progreso social", puesto que "una población que vive más años y en mejores condiciones de vida refleja el éxito de las políticas públicas de sanidad, bienestar y protección social que Navarra ha construido de forma colectiva".
Navarra es la comunidad del Estado líder en calidad de vida, según los últimos datos del Índice Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV), una estadística elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La Comunidad foral se mantiene en el primer puesto desde 2008, alcanzando los 105,2 puntos en el último informe del INE.
Asimismo, Taberna ha subrayado que el aumento de la longevidad constituye también una oportunidad económica. "Una población que envejece de forma activa está impulsando la llamada economía plateada ('silver economy'), un sector en plena expansión que está generando innovación, empleo, nuevos modelos de consumo y prestación de servicios", ha indicado.
LA EDAD MEDIA DE LA POBLACIÓN PASARÁ DE 44 A 46,1 AÑOS
La situación en 2039, tras 15 años de evolución demográfica, reflejaría una pérdida relativa de población en las edades entre 6 y 20 años y entre los 40 y 60 años. En contraposición, en las edades entre 0 y 5 años, 21 y 39 años y mayores de 60 años, el peso relativo de población sería mayor debido en el primer y segundo caso a los saldos positivos por migración y la prevista recuperación de la natalidad, y en el tercero al desplazamiento hacia mayores edades de quienes estaban en tramos anteriores y por los avances previstos en la longevidad de la población. Ese reemplazo generacional provocaría que entre 2024 y 2039 las personas de 40 a 60 se reducirían en un 7,5% mientras que aumentarían en un 39,6% los mayores de 60 años.
La población menor de 16 años tendría un peso inferior al actual (13% en 2039, frente a 15,4% actualmente) y experimentaría un decrecimiento en términos absolutos de casi 4.500 personas alcanzando un total de 100.000 personas al final del periodo de proyección. Las personas entre 16 y 64 años, reducirían su importancia del 63,9% al 61,3% e incrementarían sus efectivos en cerca de 40.500 personas.
La población de 65 o más años aumentaría su importancia relativa del 20,7% actual al 25,8% e incorporaría algo más de 58.000 personas al colectivo que se cifraría en 2039 en cerca de 199.000 mil personas. Las personas mayores de 85 años aumentarían su peso relativo del 3,1% al 3,8% y en términos absolutos en casi 8.900 personas.
Estos cambios en la estructura de la población se reflejarían en la evolución de la edad media que pasaría de 44 años en 2024 a 46,1 años en 2039, es decir, registraría un incremento de 2,1 años.
CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
Respecto al crecimiento vegetativo, habría más defunciones que nacimientos durante los próximos 15 años, es decir, el saldo natural sería negativo en todo el periodo, lo que provocaría la disminución de la población en 19.000 personas. Este saldo natural habría alcanzado el valor más bajo en torno a 2024, y se iría recuperando a partir de entonces por el aumento de los nacimientos.
No obstante, la afluencia de población inmigrante compensaría este balance. De hecho, se estima que Navarra contará el 1 de enero de 2039 con 773.113 habitantes, 382.043 serán hombres (49,4%) y 391.070 mujeres (50,6%). Esto supondría casi 95.000 habitantes más que en 2024, con una tasa de crecimiento del 0,9% en promedio anual en todo el periodo de proyección.
El crecimiento de la población entre 2024 y 2039, han informado, se debería fundamentalmente al saldo migratorio, con un valor positivo anual estimado próximo a 7.600 personas. Esta previsión se realiza en base a la tendencia observada en el período 2013-2023, ascendente hasta 2019, interrumpida en 2020 por la pandemia y que retoma la senda creciente hasta alcanzar un máximo en 2022, que se situó en 9.246 personas. Se obtiene así una ganancia neta de población debida a migraciones de 114.000 personas en los 15 años proyectados.
Por su parte, el número de nacimientos aumentaría en unos 1.400 entre 2024 y 2039, debido a la ligera recuperación de la fecundidad, que pasaría de 1,19 hijos por mujer en 2023, hasta alcanzar 1,34 hijos por mujer en 2039, como al aumento del número de mujeres en las edades de mayor fecundidad, entre 25 y 39 años, edades centrales de la reproducción. El incremento de la población femenina del grupo de edad mencionado podría suponer en 2039 el 31,1% con respecto a 2024, pasando de 55.000 mujeres en 2024 a casi 73.000 en 2039. La edad media a la maternidad se situaría en 2038 en 33,4 años frente a los 33,0 registrados en 2023.
La proyección demográfica de Nastat prevé un comportamiento ascendente de la fecundidad en edades avanzadas, a partir de los 35 años, mientras que desciende entre los 30 y 34 años y se mantiene estable por debajo de esta edad.
La zona de Pamplona y su comarca continuará consolidándose como el principal eje demográfico de Navarra, con un ligero incremento de su peso poblacional, que pasará del 56,5% en 2024 al 57,6% en 2039.
Por su parte, las zonas Noroeste, Pirineo, Navarra Media Oriental y Tierra Estella mantendrán una notable estabilidad a lo largo del periodo, conservando prácticamente el mismo peso poblacional, ha detallado el Ejecutivo. En Ribera Alta y Tudela se prevé una ligera disminución en su representación demográfica, del 8,7% al 8,2% en el primer caso y del 13,8% al 13,5% en el segundo.