PAMPLONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de dos años y diez meses de prisión para un hombre que ofreció cocaína a cuatro jóvenes que resultaron ser agentes de policía y contra los que, según la Fiscalía, cometió un delito de atentado y otros dos delitos de lesiones.
La vista oral del juicio contra W.E.F.C, de origen extranjero, tendrá lugar el 14 de diciembre, a partir de las 10 horas, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Navarra. El fiscal plantea que las penas sean sustituidas por su expulsión de España si se acredita su situación ilegal en el país.
El procesado, por su parte, también se ha personado contra los cuatro agentes como acusación particular para solicitar una multa de 6 meses con una cuota diaria de 9 euros e inhabilitación absoluta para 12 años por un delito de detención ilegal. Además, solicita dos años de prisión por lesiones y una indemnización de 1.538 euros.
Igualmente, los cuatro agentes se han personado como acusación particular contra el procesado. Solicitan la misma pena de prisión que la fiscalía y una indemnización de 1.380 euros y de 1.000 euros para dos agentes.
Los hechos que se enjuiciarán sucedieron sobre las 7.55 horas del 7 de julio de 2006, cuando el procesado se acercó a cuatro jóvenes en la calle Carlos III de Pamplona para ofrecerles cocaína hasta en tres ocasiones, a lo que se negaron reiteradamente, hasta que finalmente decidieron identificarse como agentes de policía, exhibiendo sus placas reglamentarias.
En ese momento, según el escrito de acusación del fiscal, el procesado "les amenazó con sacar una navaja y les insultó diciéndoles 'putos policías de mierda', procediendo a coger una botella vacía del suelo que rompió por la mitad".
El fiscal sostiene que con esa botella se dirigió a un agente y se abalanzó contra él para golpearle. El agente cayó al suelo cuando trataba de esquivar el golpe y se rompió dos dientes. Seguidamente, el acusado trató de agredir con la misma botella a otro agente y un compañero le protegió con la mano, por lo que sufrió heridas.
Finalmente, los agentes consiguieron detener al acusado "haciendo uso de la mínima fuerza necesaria si bien, durante todo el tiempo que duró la detención, el acusado estuvo golpeando con sus manos y pies a los agentes, llegando a morder" a uno de ellos en su costado izquierdo, señala la Fiscalía. En el momento de la detención se incautó al acusado una bolsa con un polvo azul que dio negativo a sustancias estupefacientes.
Como consecuencia de estos hechos, uno de los agentes sufrió la rotura de dos dientes y herida en hemitórax izquierdo las cuales requirieron 30 días para su curación. Otro policía sufrió herida incisa en la mano derecha y requirió 21 días de curación.
El procesado se enfrenta a 18 meses de prisión por el delito de atentado y a ocho meses por cada uno de los dos delitos de lesiones de los que le acusa la Fiscalía. Igualmente, el Ministerio Público pide una indemnización de 1.380 euros para el primer agente herido y de 966 euros para el segundo.
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