El Instituto Navarro de la Memoria identifica los cuerpos de Ramón Bengaray y Dionisio Gutiérrez, asesinados tras el 36

Archivo - Imagen de los trabajos de exhumación.
Archivo - Imagen de los trabajos de exhumación. - LUIS CARMONA JUANMARTINENA - Archivo
Europa Press Navarra
Publicado: viernes, 12 diciembre 2025 13:04

PAMPLONA 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, a través de la labor llevada a cabo por el Instituto de la Memoria y el Banco de ADN del Gobierno de Navarra, ha identificado los restos de dos navarros exhumados el pasado verano en Muniáin de Guesálaz, siendo uno de ellos una de las principales figuras republicanas asesinadas por los golpistas en 1936.

Se trata de Ramón Bengaray Zabalza, destacado dirigente de Izquierda Republicana y presidente del Frente Popular en Navarra, músico, periodista y también deportista, llegando a ser directivo del Club Atlético Osasuna en los años treinta. Junto a los restos del cuerpo de Bengaray, se encontraron también los correspondientes a Dionisio Gutiérrez Ijalba, natural de Espinal, que también han sido identificados gracias a las muestras genéticas de los familiares, siendo clave el soporte técnico de la empresa pública Nasertic.

Según la vicepresidenta del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, esta doble identificación tiene una especial relevancia por varias razones. "En primer lugar, Bengaray y Gutiérrez representan bien los dos perfiles más frecuentes contra los que se desató la campaña de terror de los sublevados: la élite política republicana, por un lado, y los militantes de base y simpatizantes de la izquierda por otro", ha dicho.

Asimismo, la vicepresidenta Ollo ha indicado que "conociendo sus historias y entornos, se comprueba cómo esta represión tuvo un efecto en cadena que afectó a sus familias, en las que el papel de las mujeres fue esencial, generando también situaciones de exilio". "El enfoque de género y el exilio son igualmente dos líneas claves de trabajo de nuestro departamento", ha expuesto.

"Finalmente -ha concluido Ollo-, estos casos nos demuestran el acierto de toda la estrategia del Instituto Navarro de la Memoria (Plan de Exhumaciones, mapa de fosas, sistema de identificación, política de divulgación, colaboración con asociaciones...) que, más allá de la necesaria reparación a las familias, ha posibilitado hallazgos como este que nos permite ir recomponiendo esta parte de la historia de Navarra que nunca debió producirse y mucho menos quedar silenciada. En los complejos tiempos actuales con el auge de la ultraderecha y el negacionismo, esta identificación y recordar figuras como las de los dos desparecidos es toda una lección de futuro".

PARTICIPACIÓN CLAVE

La identificación de los restos de Ramón Bengaray ha sido posible gracias a las muestras genéticas tomadas hace años a un nieto de Bengaray, residente en Argentina. Su nieto fue contactado por el equipo de investigación liderado por la historiadora Esther Aldave, que había publicado la biografía de Bengaray. Los restos de Dionisio Gutiérrez se han identificado gracias a las muestras aportadas por su hijo José Luis. "No había ningún indicio documental que situara la muerte de estas dos personas en Muniáin", según ha explicado el equipo del Instituto Navarro de la Memoria.

De hecho, solo se conoce que Bengaray fue detenido por la guardia civil en la madrugada del 21 de agosto de 1936, entre Burutain y Olagüe, ya que la noticia se publicó en la prensa local, "algo llamativo por infrecuente", señalan fuentes de la investigación.

Sin embargo, se desconocía si fue conducido a algún centro de detención o directamente trasladado para su asesinato, ni tampoco las circunstancias en que se detuvo y trasladó a Dionisio Gutiérrez a Muniáin. Ninguno de los dos tiene expediente penitenciario, ni en la Prisión Provincial de la capital navarra, ni en el Fuerte de San Cristóbal. "Cuando pudieron inscribir sus muertes en el juzgado, la viuda de Bengaray indicó la fecha del 24 de agosto, mientras la de Gutiérrez la situó cinco días antes, el día 19", apuntan desde el Instituto.

Esas fechas son compatibles con la información de la exhumación, ya que es posible que fueran asesinados juntos el mismo día o individualmente en días diferentes. "Cabe recordar -agregan desde el INM- que en esas fechas se estaba recrudeciendo la 'limpieza política' iniciada en julio de 1936. No se tienen noticias sobre quiénes fueron los asesinos concretos, aunque es conocido que en ese momento operaban en la represión tanto cuerpos policiales como grupos paramilitares vinculados al carlismo y Falange".

El pasado verano, gracias también a la colaboración de asociaciones como Txinparta y Affna 36, el apoyo técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi o el testimonio de un vecino de la localidad (Domingo Zabalza), fueron encontrados dos cuerpos que permanecían sin identificar, en una de las exhumaciones realizadas en el plan anual del departamento. Entonces, se abrieron distintas hipótesis y, finalmente, el Banco de ADN es quien ha resuelto las dudas de que se trata de los restos de Bengaray y Gutiérrez.

La nieta de Bengaray ha mostrado su sorpresa y satisfacción por el hallazgo, mientras el nieto de Gutiérrez ha manifestado que "después de 89 años de búsqueda y silencio, hoy, tres generaciones después comenzamos a sentir una presencia liberadora".

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