PAMPLONA 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
Fernando de Meer, investigador del departamento de Historia de la Universidad de Navarra, acaba de publicar el libro 'Antonio Garrigues, embajador ante Pablo VI. Un hombre de concordia en la tormenta (1964-1972)', que analiza las relaciones entre el Gobierno de España y Pablo VI.
En la obra, el investigador de la Facultad de Filosofía y Letras estudia a través de documentación inédita la "falta de sintonía" del Gobierno de España con Pablo VI y la Secretaría de Estado, así como la situación de incertidumbre doctrinal y disciplinar que se vivió en la Iglesia católica.
Según Fernando de Meer, Antonio Garrigues, embajador de España ante la Santa Sede (1964-1972), se propuso "acompasar la actitud del Gobierno de España con la nueva hora de la Iglesia y negoció un anteproyecto de concordato". Para el autor, la misión de Garrigues "se desarrolló en un período en que las relaciones entre el Gobierno español y la Santa Sede constituyeron la causa de los problemas con mayor incidencia en la política y cultura de la sociedad española".
El estudio realizado llevó al autor a afirmar: "Franco y sus ministros no entendieron que el Concilio Vaticano II requirió a los gobernantes de todo el mundo que se comportaran con las religiones de modo imparcial, asumieran sólo la responsabilidad de una convivencia ordenada y tolerante entre los ciudadanos y garantizaran la libertad religiosa". No obstante, el investigador añadió: "En esa época también se tiene la impresión de que Pablo VI y la Secretaria de Estado de la Santa Sede tenían un proyecto político para España que mezclaba fe religiosa y política, sin un pleno respeto a la libertad política de los católicos". Por ello, Fernando de Meer concluyó que "esta situación sólo pudo llevar a confusiones, modos de actuar desorientados y, finalmente, a la discordia".
Desde abril de 1969, Pablo VI, según afirmó el investigador de Historia de la Universidad de Navarra, había tomado la decisión de no firmar un nuevo concordato con el régimen. "Toda la política de la Secretaría de Estado se dirigió a preparar a los obispos de España para que aceptaran un régimen socialdemocrático cuando falleciera", afirmó.