El jurado declara al acusado del crimen de la Milagrosa culpable de homicidio

Actualizado: sábado, 31 octubre 2015 18:08

   La fiscal ha solicitado 15 años de prisión y la defensa, 12 años y 6 meses

   PAMPLONA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El jurado popular ha declarado, por unanimidad, culpable de un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad al acusado por un crimen perpetrado en el barrio pamplonés de la Milagrosa en abril de 2014. Tras el veredicto del jurado, emitido ayer viernes, la fiscal ha solicitado una pena de 15 años de prisión para el procesado y 300.000 euros de indemnización, mientras que la defensa ha pedido 12 años y 6 meses.

   Según recoge en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, los nueve miembros del jurado han considerado probado que el acusado, Diego Fernando Bonilla Lozano, propinó de forma continuada varias cuchilladas a su compañero de piso, Alejandro Sarria Carlos, de 33 años, quien falleció a consecuencia de las 13 heridas de arma blanca que sufrió. La víctima, natural de Pamplona, tenía una hija de 10 años.

   El procesado y la víctima compartían piso en la calle Travesía Juan María Guelbenzu número 10. La mañana del 18 de abril de 2014, sobre las 11.10 horas, cuando el acusado se despertó acudió a la habitación de Alejandro Sarria. Ambos entablaron una discusión en la que Diego Fernando Bonilla se mostró violento.

   Tras ser llamado "payaso", el acusado desenfundó un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja y comenzó a agredirle. Le asestó varias cuchilladas a la víctima, dirigidas hacia la parte alta del torso, cabeza y cuello.

   El jurado ha estimado la agravante de abuso de superioridad, como reclamaba la fiscal, debido a la desigualdad de medios existente entre el agresor y la víctima.

   En su veredicto, el jurado ha descartado calificar el crimen como consitutivo de un delito de asesinato con la agravante de ensañamiento como solicitaba la acusación particular. Asimismo, el tribunal popular tampco ha apreciado en la conducta del inculpado ninguna alteración psíquica, como planteaba la defensa.