Lizarbe (PSN) considera que el cambio de dirección se debe producir "cuanto antes" para facilitar la renovación

Actualizado: viernes, 31 agosto 2007 10:25

Aboga por que el PSN defienda "sin complejos" que su objetivo es echar a UPN del Gobierno y propone una dirección con nuevas caras

PAMPLONA, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ex secretario general del Partido Socialista de Navarra, Juan José Lizarbe, manifestó hoy que el cambio de dirección es una "noticia anunciada" que se producirá tarde o temprano, pero apuntó que "cuanto antes" suceda, "mejor". Según defendió, con los actuales dirigentes "va a ser casi imposible" afrontar la renovación "profunda y radical" que el PSN precisa y poder recuperar la credibilidad.

En una entrevista concedida a Europa Press, abogó por la convocatoria de un congreso extraordinario, aun sabiendo que Ferraz puede no autorizarlo, como ha sucedido en la Comunidad Valenciana. En el caso de que haya que esperar al congreso ordinario de junio, destacó que la solución acabará siendo la misma.

En su opinión, este mismo sábado comienza la renovación del partido porque "el cambio ya se está produciendo en las bases". "Sea liderado por ellas o por la dirección, hay que iniciar el período de autocrítica, de elaboración de la alternativa y de preparación de las generales, con un cartel electoral atractivo para el electorado ahora defraudado", comentó.

Lizarbe, miembro tanto del comité federal como del regional, piensa intervenir mañana en la sesión extraordinaria a la que acudirá Blanco. Adelantó que una consecuencia "lógica" del debate debiera ser la aprobación de una resolución y se mostró a la espera de conocer la actitud de la dirección, "si es receptiva" o pone trabas a que se "materialice" la voluntad de los afiliados. En todo caso, subrayó del comité que es el "primer capítulo" de la superación de la "lamentable" situación en la que está el PSN.

En su opinión, la crisis es la consecuencia del "mal resultado electoral", cuestión que no se abordó ante la expectativa de cambio -PSN es la única federación que es tercera fuerza en una CCAA, reseñó-, así como de la "nefasta gestión" del proceso de negociación con NaBai e IUN. A su juicio, estos factores inclinaron la "balanza" en Ferraz.

Lizarbe afirmó que como ex secretario general no va a pedir la dimisión de Carlos Chivite pero considera "lógicas" las peticiones. Aseguró que, en este caso, el cambio de la dirección no será fruto de "una peleilla" interna "al uso" sino fruto del "clamor" de las bases.

A su juicio, en esta ocasión no cabe plantearse un "quítate tú para ponerme yo porque eso se hizo hace años y no ha servido para nada". Esto es, no se trata de "quitar a Chivite para poner a Lizarbe", como tampoco fue solución "poner a Chivite para quitar a Lizarbe".

"En cualquier caso, en ese liderazgo hay que pensar en caras nuevas, jóvenes, que puedan dirigir con la garantía de que van a hacer todo lo posible para cambiar el Gobierno", comento el ex secretario general, quien aseguró que no tiene "especial apetencia", porque ya lo fue, aunque deja la puerta "abierta, por dejarla".

Para Lizarbe, el PSN padece un problema estructural que le impide aglutinar a la "mayoría social de progreso" que está en la izquierda, en el centro izquierda e incluso en ambientes progresistas del vasquismo y o del centro. "Hasta ahora, ni con unos ni con otros hemos sido capaces. Es verdad que esta Ejecutiva lo ha hecho rematadamente mal, pero lo que hay que cambiar no sólo es la dirección", insistió.

A su juicio, con la actual Ejecutiva es "casi imposible" afrontar ese debate, por lo que demandó que el cambio se produzca "cuanto antes, sin mayores estridencias", olvidando las diferencias internas.

Así, reclamó un "esfuerzo de generosidad" a la militancia y a la Ejecutiva, "que piense más en los intereses generales que en sus situaciones personales". "En ese liderazgo hay que pensar en caras nuevas. El liderazgo tiene que ser colectivo. Es necesario el recambio porque de otra forma no vamos a recuperar la credibilidad ni la confianza interna", insistió.

SIN COMPLEJOS

Lizarbe atribuyó el mal resultado electoral a la "ambigüedad" del partido en cuanto a sus preferencias de pactos, incluso ahora. "Eso es lo que ha matado las expectativas electorales. A la gente hay que decirle claramente lo que queremos", dijo, y destacó que, pese a que con la designación de Chivite y de Fernando Puras se quiso dar un toque centrista, el PSN no ganó "ni un solo voto" a la "derecha", y los de izquierda se fueron a otras opciones. "El voto de centro lo tiene Sanz indebidamente porque son la derecha pura y dura".

Juan José Lizarbe fue rotundo al sostener que el PSN seguirá siendo la tercera fuerza a menos que "sin complejos" diga que su objetivo es desalojar cuanto antes a UPN del Gobierno. "Y mientras no seamos la segunda fuerza, será difícil echar a UPN del Gobierno", prosiguió. Así, afirmó que no se puede poner como "excusa" el veto de Ferraz. En su opinión, los nuevos líderes del partido no deben tener "remilgos" a la hora de "echar" a UPN del Gobierno y reconocer que si para ello hay que pactar con los nacionalistas, aparcado su modelo institucional, se hará.

No obstante, pese a los resultados, comentó que al no contar UPN-CDN con mayoría absoluta "había que intentar un gobierno progresista". No se logró, según él por la "nefasta gestión" de los dirigentes socialistas, tanto en las negociaciones con NaBai e IUN como al defender "las ansias de cambio" ante la dirección federal. "No comparto la decisión final, pero los dirigentes navarros no fueron capaces de vender el producto, como lo hizo Montilla pese a que el PSC tenía autonomía jurídica y estatutaria. Los convenció en 6 días, no en 75", recalcó. Lizarbe se preguntó si "siquiera lo intentaron".

Lizarbe aseguró que los socialistas han contraído una deuda con los ciudadanos navarros. En su opinión, serán claves las elecciones generales. Si los socialistas piden disculpas y hacen ver los cambios, se podría obtener en su opinión "un buen resultado". "Pero si seguimos aquí todos unidos, como si no hubiese pasado nada, los ciudadanos navarros no votarán o votarán a otros", manifestó.

"Estamos enfadados pero nos va a enfadar más que actúen como si no hubiera pasado nada", agregó. Y rechazó que miembros de la dirección inviten a los militantes a abandonar el partido. "Esto no pasó ni en tiempos de Guerra y Urralburu", añadió.

En este sentido, indicó que "parece que la culpa la tienen los críticos, Ferraz, el resto de fuerzas e incluso los medios de comunicación. Ferraz ha tomado una decisión que no compartimos, pero alguna culpa tendrá quien ha dirigido este proceso con una carta blanca del comité regional para negociar", comentó Lizarbe, quien señaló que la crisis del PSN se debe a que ha "fallado" a la sociedad. "No podemos hacer que nuestra crisis sea una crisis de la sociedad Navarra", precisó.

En su opinión, los dos sectores críticos del PSN -el de la Ribera y el creado en torno a la Comarca de Pamplona- mantienen diferencias propias "de no haber estado más tiempo juntos". "Son dos movimientos que están necesariamente condenados, en positivo, a converger".

Lizarbe afirmó asimismo que el presidente, Miguel Sanz, "está su última etapa, en la de propina, en el tiempo de prórroga", con un proyecto terminado, "sin nuevas ideas". Defendió que esta situación debe ser aprovechada pero precisó que la moción de censura en contra de Sanz, arma "peligrosa", debe ser administrada con "muchísima inteligencia, prudencia e inteligencia política". "No vaya a ser que el tiro nos salga por la culata", apuntó.

Por otro lado, se mostró intrigado por el hecho de que UPN esté dispuesto a apoyar a un socialista (Javier Torrens) como presidente de la Mancomunidad y que al mismo tiempo el PSN negocie con los independientes. "Un poco de seriedad. El presidente de la Mancomunidad tiene que ser alguien del bloque progresista, si es del PSN mejor, pero esas cruces dan mal que pensar", dijo.