PAMPLONA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Miguel Sanz indicó que el actual será su último mandato como presidente del UPN y dejó caer que también que como presidente del Gobierno foral. Sobre esta última cuestión, prefirió no manifestarse - "estoy en el inicio del curso político y mi ilusión me hace pensar en el futuro", apuntó-, pero aseguró que la gente puede sacar conclusiones sobre sus pronunciamientos anteriores.
En una entrevista concedida al programa 'Parlamento' de RNE, recogida por Europa Press, Sanz defendió que las personas no pueden permanecer eternamente en sus puestos. En su opinión, las responsabilidades "deben asumirse y dejar de asumir en los momentos oportunos".
Sanz se mostró en contra de nombrar un sucesor. "UPN es un partido casi asambleario que permite que todos los afiliados voten y decidan sobre el líder del partido", apuntó. Además, señaló que está en contra de hablar de sucesiones, porque la gente tiende comparar al nuevo con el líder anterior. "Y siempre está peor considerada la fotocopia que el original y yo pienso que nada es comparable", comentó.
Según dijo, quien ostente la próxima presidencia del partido "será diferente". "Estoy convencido de que no va a ser peor, tampoco me importaría que fuese mejor", señaló. UPN celebró su último congreso a mediados de 2005.
Por otro lado, Sanz también insinuó que no contempla una moción de censura durante esta legislatura porque según dijo, sin existir pacto alguno con el PSOE, sí hay un compromiso "de garantizar la estabilidad política, institucional y económica" de Navarra por parte de los socialistas.
"No me preocupa porque estoy convencido de que las cosas se van a hacer bien, con sentido común y estoy convencido de que la gente a priori tiende a cumplir sus compromisos", agregó Sanz, quien avanzó que su "preocupación y ocupación" será hacer las cosas "bien" y orientadas a mejorar la convivencia.
Sanz también reiteró que no tiene intención de facilitar que las mujeres navarras pueda abortar en la sanidad pública y sostuvo que esta demanda socialista no va a estar ligada al apoyo del PSN a los Presupuestos Generales.
El presidente del Gobierno no conoce que ningún facultativo haya dicho que es favorable al aborto y que está dispuesto a practicar las interrupciones. En el caso de que existan, Sanz invitó al colectivo a buscar una clínica privada, aunque apuntó que la dirección de los centros privados de Navarra tampoco está por la labor.
"También hay centros privados que podrían practicar abortos a través de sus profesionales y no lo hacen porque la dirección del centro no quiere dar ese servicio y tampoco los profesionales instan a sus directivos a que pongan los mecanismos pertinentes", dijo.
En relación con la demanda de UPN de tener más voz en el Congreso de los diputados, Sanz informó de nuevo de que junto con Rajoy ha decidido que el partido tenga un mayor protagonismo cuando sea necesario "contraponer" la voz de la diputada de Nafarroa Bai.
"La voz de navarra no sólo tiene que estar en NaBai. No pretendemos lo que decía Uxue Barkos, arrinconar al nacionalismo, o acallar a NaBai pero sí confrontar la voz de la Navarra foral con la voz nacionalista e independentista", señaló.
Sanz se mostró "convencido" de que en el acuerdo de colaboración con el PP se encontrará la fórmula. Es conciente de que el pacto "entraña dificultades y también el reglamento de las Cortes", ya que sólo podría tener grupo propio mediante la cesión de diputados. Según precisó, el pacto UPN-PP va a seguir "intacto".
"Fui impulsor cuando se plasmó y soy ahora defensor, porque ha dado muy buenos resultados para ambos. Pero también diré que se va a articular el mecanismo par que UPN pueda contraponer su voz a la de NaBai", añadió.
Finalmente, en relación con la renuncia de Josu Jon Imaz a la presidencia del PNV, Miguel Sanz destacó que ha sido "coherente con sus últimos planteamientos", aunque observó "cierta contradicción intelectual" porque también estuvo acompañando a CiU en la celebración de la Diada.
Sanz destacó de Imaz su "coherencia" y la atribuyó a que no está de acuerdo con la ponencia. "Ha triunfado la línea más soberanista, de Egibar y del Plan Ibarretxe, que consiste en dar la palabra al pueblo vasco, hacer un referéndum, frente al criterio de Imaz de que ese referéndum debería hacerse en ausencia de violencia", añadió Sanz.
