Crónica Birmania.- La Junta Militar birmana intenta lavar su imagen con un comité que redacte una nueva constitución

- El enviado de la ONU abre la puerta a posibles incentivos en caso de que el régimen de Rangún emprenda reformas democráticas

RANGÚN/YAKARTA, 18 Oct. (OTR/PRESS) -

La Junta Militar de Birmania anunció hoy la creación de un Comité encargado de elaborar el borrador de una nueva Constitución, como siguiente paso de una hoja de ruta que debería conducir a la celebración en un futuro no fijado de elecciones libres. Por su parte, el enviado especial de Naciones Unidas a la zona, Ibrahim Gambari, apuntó hoy la posibilidad de que el régimen birmano pudiese recibir una serie de incentivos a cambio de la democratización.

El Gobierno birmano tiene sobre la mesa un itinerario de siete pasos cuyo siguiente escalón estriba en elaborar el borrador de una nueva Constitución. De esta forma, la Junta Militar anunció la formación de un Comité encargado de la redacción del texto que estará compuesto por 54 miembros, según medios estatales. De máximo representante de este grupo ejercerá el presidente del Tribunal Supremo, Aung Toe, mientras que el fiscal general, Aye Maung, ocupará el segundo lugar. Junto a ellos, responsables políticos, médicos retirados o profesores discutirán la que podría convertirse en la nueva Carta Magna birmana.

Sin embargo, la Junta no pone fecha al comienzo de estos trabajos, igual que tampoco lo ha hecho en relación a los comicios que figuran en la meta de una progresiva democratización. El Gobierno únicamente ha indicado hasta la fecha que se ajustará al plan que él mismo ha elaborado y que no cederá a las presiones externas ni de la disidencia del propio país, encabezada por el partido de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

POSIBLE RECOMPENSA

La presión internacional sobre la dictadura birmana se ha visto incrementada en el último mes a raíz de la represión ejercida por las Fuerzas de Seguridad contra los manifestantes de la denominada 'Revolución Azafrán'. Como resultado de estos enfrentamientos, murieron diez manifestantes, según datos oficiales, y al menos 200 según cifras de la oposición. A ellos habría que añadir el elevado número de detenciones que todavía se producen.

Como ejemplo de este interés de la comunidad internacional por lograr avances democráticos en Birmania, el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, sigue con su gira con países del entorno previamente a que regrese a Rangún por segunda vez en poco tiempo. Desde Tailandia, Gambari apuntó hoy que podría llegar a ofrecer a la Junta Militar una serie de recompensas a cambio de las reformas, aunque sin especificar en qué consistirían. Así, el enviado de Naciones Unidas confía en lograr una "combinación de estímulo a las autoridades birmanas para hacer lo correcto junto con algunos incentivos que digan que el mundo no sólo castiga a Birmania". Dichas medidas podrían respaldar lo anunciado esta semana por el ministro británico de Exteriores, David Miliband, quien abrió la puerta a una posible ayuda económica al país si se inicia el diálogo con la oposición.

Gambari subrayó desde Yakarta que podría volver a Birmania "un poco antes" de lo previsto, aunque ya dispone de una invitación formal para visitar Rangún a mediados de noviembre. Hasta que esto se produzca, Gambari tratará de buscar el apoyo de países vecinos que puedan jugar un rol esencial en la mejora de la situación birmana. En este sentido, hizo un especial llamamiento a China para que "continúe haciendo más para persuadir a las autoridades".

Por otra parte, la Junta informó a través del diario 'La Nueva Luz de Myanmar' del descubrimiento la semana pasada de 48 paquetes de dinamita escondidas por un monje de 23 años en un monasterio budista. La noticia no indica si el religioso fue detenido, pero sí señala que los explosivos entraron por contrabando al país y que se desarrollan interrogatorios al respecto.

Además, el régimen reveló la puesta en libertad de Zarganar, el actor cómico más conocido del país, que había sido detenido junto a su mujer en las manifestaciones. Zarganar gozaba de gran fama gracias a sus críticas contra el Gobierno militar.