Actualizado 16/05/2008 19:46

Crónica China.- El presidente Hu visita Sichuan tras el seísmo, del que se llevan contabilizados más de 22.000 cadáveres

- Los equipos de rescate aún encuentran supervivientes entre los escombros

PEKÍN, 16 May. (OTR/PRESS) -

El presidente chino, Hu Jintao, comprobó hoy sobre el terreno los trabajos de ayuda y reconstrucción en la provincia de Sichuan, castigada por el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter. Su visita coincidió con la difusión de un nuevo balance de víctimas mortales, que ya se cuentan por más de 22.000 y subiendo, aunque también con nuevos hallazgos de personas con vida entre los escombros. Estos resquicios de esperanza se apoyan con el envío de ayuda a la zona del desastre, coordinada por las autoridades del país asiático, que sigue recibiendo partidas del extranjero.

Hu llegó a la ciudad de Miangyang para respaldar las tareas que equipos de rescate llevan realizando días porque, cómo él mismo dijo, no habrá rendición "si hay una mínima esperanza de encontrar a más supervivientes". Los datos así lo avalan, ya que los trabajos contrarreloj de los miles de efectivos desplazados a Sichuan dan sus frutos con el hallazgo de personas vivas sepultadas casi un centenar de horas después de que se produjese el temblor, según la agencia Xinhua. En estas tareas ayudan incluso los propios supervivientes, de quienes aún se escuchan voces entre los restos de edificios.

La cifra de desaparecidos ronda los 14.000 sólo en Sichuan, lo que anticipa que, conforme pasen las horas, la cifra de fallecidos actualmente en más de 22.000 seguirá subiendo, quizás hasta 50.000 según algunas estimaciones oficiales. La catástrofe ha dejado decenas de miles de dramas familiares, muchos de los cuales afectan directamente a niños. Por ello, el Ministerio de Asuntos Civiles ya ha anunciado que próximamente se pondrá en marcha un proceso de adopción de niños huérfanos por el seísmo.

Además, el terremoto ha perjudicado gravemente el sudoeste de China, por lo que se seguirán realizando "grandes esfuerzos en relación al cuidado de las víctimas, restaurar el sistema de transportes, telecomunicaciones y las infraestructuras eléctricas", así como "cubrir las necesidades básicas de los residentes locales", afirmó Hu. También forma parte de la tarea del Gobierno averiguar por qué edificios aparentemente sólidos cayeron cual castillo de naipes. Se calcula que cerca de 6.900 escuelas de Sichuan se vinieron abajo por el temblor, lo que ha llevado al jefe de desarrollo del Ministerio de Educación, Han Jin, a advertir a los responsables de estas construcciones con castigos "severos" si se demuestran problemas de calidad.

COORDINACIÓN PARA LA AYUDA

China dio la bienvenida desde un primer momento a la ayuda extranjera. La comunidad internacional se ha movilizado ante la magnitud de la tragedia en el país asiático, por lo que desde Pekín se ha apostado por la coordinación. El Ministerio de Exteriores lanzó hoy un llamamiento a los ejecutivos de otros países y organizaciones internacionales para que contacten con este departamento, "a cargo de la recepción de la ayuda", según el portavoz ministerial, Win Gang. Posteriormente, el Ministerio de Asuntos Civiles "la enviará a la zona afectada por el terremoto en el menor plazo posible".

España forma parte de esta solidaridad y, en el marco de su auxilio, Sichuan recibirá mañana un avión con siete toneladas de material sanitario y otros artículos, como mantas o generadores. Este envío se suma al millón de euros en metálico donado a Cruz Roja, la segunda cifra más alta realizada por un país de la UE. Por su parte, la Comisión Europea destinará una ayuda de emergencia de dos millones de euros gastados en tiendas, mantas, agua potable, comida, equipos de cocina y asistencia médica.

Pero los gritos de socorro no sólo se escuchan más allá de las fronteras. Se oyen más si cabe en la propia Sichuan, donde los ciudadanos locales se han volcado de lleno para ayudar a los miles de damnificados, hasta tal punto que el número de voluntarios excede la capacidad gestora de la organización creada. La mayoría de estos sichuaneses solidarios son jóvenes universitarios, que han cambiado durante unos días las aulas por el reparto de víveres y ayuda llegada desde todas las partes del planeta.

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