Actualizado 16/10/2008 19:46

Crónica EE.UU.- McCain no logra remontar el vuelo en su último cara a cara con Obama

- El republicano pasa a la ofensiva y menciona las 'amistades peligrosas' del demócrata y a 'Joe el Fontanero'

NUEVA YORK, 16 Oct. (OTR/PRESS) -

Con todas las encuestas electorales en contra y dándole una diferencia respecto a su rival de entre 4 y 14 puntos, el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, acudió al tercer y último debate con el demócrata Barack Obama dispuesto a poner todas sus cartas sobre la mesa. El senador por Arizona pasó al ataque, mencionó las 'amistades peligrosas' de Obama, le acusó de crispar la campaña electoral, se desmarcó con claridad de la Administración Bush y mencionó hasta en 20 ocasiones a 'Joe el Fontanero' para acusar al demócrata de perjudicar a la clase trabajadora. Nada de esto sirvió para invertir las encuestas, que volvieron a considerar a Obama ganador del último debate antes de las elecciones.

A menos de tres semanas de la cita clave del 4 de noviembre, el republicano John McCain decidió pasar a la carga como no lo había hecho en ninguno de los dos debates anteriores, según informaciones de 'The Washington Post' recogidas por otr/press. El senador por Arizona acudía a la cita en la Universidad de Hofstra, en Long Island, Nueva York, con todas las encuestas en contra, algunas, con resultados nada halagüeños. La CBS le daba un 39% de intención de voto frente al 53% de Obama; el 'USA Today' un 46% frente a un 50%; Bloomberg un 41% frente a un 50%; la NBC un 43% frente a un 49%; y, finalmente, Reuters, un 44% frente a un 48%.

El otro consejo que recibió McCain de sus asesores fue que se desmarcase claramente de la política económica de la Administración Bush, el principal motivo de descontento de los estadounidenses. Por ello, cuando Obama señaló que "continuar con la política de estos últimos ocho años no es la mejor manera de sacar al país del actual desastre", el senador por Arizona se defendió contundentemente: "Yo no soy el presidente Bush. Si quería competir con el presidente Bush, debería haberse presentado hace cuatro años. Yo le voy a dar una nueva dirección a la economía y al país".

Obama supo fintar bien ante los ataques personales de McCain y recondujo cada uno de sus golpes bajos al terreno económico y al debate político, aunque no puedo evitar entrar al trapo en ciertos momentos. Uno de ellos fue cuando el candidato republicano se refirió a las 'amistades peligrosas' del demócrata, concretamente, a su relación con Bill Ayers, un ex militante radical que en los 60 y 70 llevó a cabo varios ataques terroristas, entre ellos, al Pentágono. Hasta la fecha, estas acusaciones de ser "amigo de terroristas" McCain las había dejado en manos de su número dos, Sarah Pallin.

"No me importa un viejo terrorista redimido", apuntó McCain, añadiendo que lo esencial es que Obama no ha sido del todo sincero. "Yo tenía 8 años cuando Ayers llevó a cabo actos despreciables. He condenado rotundamente esos actos", señaló el demócrata, recordando que hace diez años -con Ayers ya rehabilitado como profesor- ambos coincidieron en una comisión de reforma educativa. "Ayers no está relacionado con mi campaña, nunca ha estado relacionado con mi campaña y no será uno de mis asesores en la Casa Blanca. El hecho de que lo mencione dice más sobre su campaña que sobre mí", remachó.

LA PRESENCIA DE JOE

Precisamente, sobre el tono de la campaña, también debatieron ambos candidatos, con McCain acusando a Obama de haberse gastado "más dinero en anuncios negativos que cualquier otra campaña política de la historia", pese a que un estudio realizado en EE.UU. revela que todos los anuncios de la campaña republicana han sido en sentido negativo hacia Obama. "El 100% de sus anuncios han sido negativos. Y creo que los norteamericanos están menos interesados en nuestros sentimientos heridos que en profundizar en los problemas que les importan", respondió el candidato demócrata.

Pero el mejor momento del debate giró en torno a 'Joe el Fontanero', una suerte de 'Niña de Rajoy' a la estadounidense. Con esta expresión se hacía referencia a Joe Wurzelbacher, un hombre que en Ohio se acercó a Obama para preguntarle si con su política fiscal no podría cumplir con el sueño americano de ser dueño de su empresa de fontanería porque le cobraría más impuestos. Hasta en 20 ocasiones hizo referencia McCain a Joe el Fontanero para atacar los planes fiscales del senador demócrata, criticando que quiera "extender la sanidad pública".

"Vamos a coger el dinero de Joe, a dárselo al senador Obama, y dejaremos que él extienda el sistema de salud. Yo quiero a Joe el Fontanero para que extienda el sistema de salud", aseveró McCain, que le preguntó a Obama "¿por qué quiere subir los impuestos ahora, en el momento más duro?". El demócrata respondió, igual que se lo explicó en Ohio a Joe el Fontanero, que su plan fiscal beneficia a los que menos tienen y señaló que, aunque tanto McCain como él defienden una rebaja de impuestos, la suya beneficiará al 95% de los estadounidenses.

La educación, el aborto o la sanidad fueron otros de los temas que se abordaron en el debate entre Obama y McCain, que concluyó con la frase lapidaria del moderador, Bob Schieffer, de la CBS, a los espectadores: "Ahora, vayan y voten. Eso hará que se sientan grandes y fuertes, como decía mi madre". Al término del cara a cara, la CNN llevó a cabo una encuesta en la que el 58 por ciento opinó que el ganador del encuentro fue Obama, frente al 31 por ciento que optó por McCain. En la CBS, el 53 por ciento dio por ganador al demócrata, frente al 22% que se inclinó por el republicano.

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